Organizar y producir una exposición de arte (tercera parte)
Cada muestra o exposición de arte que se realiza, cuenta una historia. Por eso es que no todas las muestras son adecuadas para todos los museos, sino que los espacios deben de seguir un lineamiento en sus decisiones ya que al contar con un público fijo no pueden estar cambiando constantemente su discurso o lineamiento general. En muchas ocasiones, una persona acude a un espacio porque sabe qué tipo de muestras o exposiciones se va a encontrar, sabe de la calidad de los organizadores y curadores por lo que el hecho de que un artista sea rechazado en un espacio no quiere decir que su obra no sea buena.
Además de ello, hay que pensar que un museo o espacio cultura no sólo es un lugar en donde exponer una obra sino que se trata también de una plataforma para que se pueda negociar con el arte y un espacio para dar a conocer a nuevos artistas.
Es importante que cada artista tenga muy en claro el significado de su exposición para poder justificar la historia y el conjunto de obras a exponer. No es lo mismo hacer uso de unos recursos, colores o materiales que otros, con lo cual la explicación se le debe de dar al público en todo momento.
Tanto el curador como el artista, se deben vale además de una ética profesional con el fin de no exponer o promover alguna pieza que no tenga un sustento artístico o académico.
La promoción, el marketing, la difusión, la imagen del artista y del espacio, el análisis del público así como otras herramientas son necesarias para alcanzar esos grandes objetivos que se tiene y poder producir una exposición de arte exitosa.