Cómo invertir en una porción de obra de arte
El tedioso confinamiento como parte de la pandemia del coronavirus y su posterior resaca ha incrementado el interés de los inversores de a pie por múltiples clases de activos. Al frenético auge de aplicaciones como Robinhood, que permite abrir posiciones en fracciones de acciones sin comisión alguna y a golpe de pulgar, se puede añadir la apetencia por invertir en fragmentos de un Warhol o un Monet que, de otro modo, serían considerados artículos coleccionables y solo aptos para las carteras más afortunadas.
Los inversores siguen siendo increíblemente optimistas sobre el crecimiento a largo plazo de este mercado. Al fin y al cabo, un Banksy o un Rothko pueden considerarse activos reales que se pueden transportar, comercializar y negociar a nivel mundial en cualquier divisa.
Según Artprice, desde comienzos del 2000, las obras de arte blue-chip, como se denomina a los trabajos de los 100 principales artistas en términos de volumen de ventas en los últimos cinco años, han superado al S&P 500 en más de un 180% (con reinversión de dividendos), con un rendimiento medio anual del 8,9%.
En lo que llevamos de año ya se han batido una veintena de récords mundiales en subastas virtuales y los precios de las obras de arte de gama alta continúan al alza. Las proyecciones estiman que este mercado moverá hasta 2,6 billones de dólares en 2026. En abril, el marchante de arte online Artfinder registró las mayores ventas en sus siete años de historia.
La plataforma vendió una obra de arte cada 12 minutos, ya que las ventas totales aumentaron un 65%. Incluso las casas de subastas tradicionales Christie’s y Sotheby’s han aumentado sus ventas online para satisfacer la demanda. Hasta no hace mucho, este tipo de activos era prácticamente inalcanzable para un inversor común, salvo exposición a fondos convencionales como Artemundi Global Fund, The Fine Art Fund Group, Anthea Contemporary Art Investment Fund SICAV FIS o Liquid Rarity Exchange.
El mercado para invertir en fracciones de artículos de lujo se ha disparado durante la pandemia de Covid-19
Sin embargo, afloran las plataformas que permiten acceder a una fracción de este tipo de inversiones de lujo, donde la clave reside en generar beneficios cuando los propietarios reales de obras de arte venden el activo tangible. Entre ellas se encuentra Masterworks, que cuenta con trabajos de Hockney, Monet y Picasso y cotiza en dólares reales. Sus acuerdos se sindican a través de documentación presentada ante la Comisión de Mercados y Valores de EEUU (SEC, por sus siglas en inglés).
«Vemos a Masterworks como parte del futuro de las finanzas, ofreciendo a los inversores un fácil acceso a vehículos de inversión únicos con rendimientos no correlacionados», explica Gene Munster, cofundador del fondo Loup Ventures.
El mercado para invertir en fracciones de artículos de lujo ha experimentado un aumento un auge en los últimos tiempos gracias al interés suscitado durante la pandemia, a medida que las personas pasan más tiempo en casa. El interés por este mercado no solo se limita a las obras de arte, sino que también alcanza a otros productos, como por ejemplo los bolsos.
Más rentables
De acuerdo con Art Market Research (AMR) este tipo de activos superan incluso la rentabilidad de algunas obras de arte, los coches clásicos y whiskies raros en términos de potencial de inversión. Algunos bolsos, como los de Hermès, Chanel y Louis Vuitton, han experimentado un aumento medio en su rentabilidad del 83% en los últimos diez años.
Rally Rd, plataforma similar a Masterworks, comenzó vendiendo acciones de automóviles de lujo hace varios años pero se ha expandido a obras de arte, libros, vino y whisky o bolsos Birkin. Su fundador, Rob Petrozzo, reconoce cómo en los últimos meses se ha incrementado el número de usuarios de esta aplicación.
Hay que tener en cuenta que estas operaciones no están exentas de riesgo
Dos años desde su fundación, la aplicación cuenta con más de 100.000 usuarios y opera de forma similar a una mini bolsa de valores. Una vez que se pone las miras en un activo, por ejemplo un Aston Martin DB5 del 65, la compañía bien lo compra o llega a un acuerdo con su propietario. Posteriormente informa a la SEC que, tras su aprobación, permite lanzar una oferta inicial de participaciones en dicho activo, es decir, una dinámica similar a un estreno bursátil pero sin necesidad de estar acreditado. El proceso completo hasta que las participaciones en un coche, obra de arte o bolso comienza a transarse suele durar algo más de 90 días.
No obstante estas operaciones no están exentas de riesgo. Rally Rd, al igual que Robinhood, opera a través de una aplicación móvil, que pueden convertir la inversión en un tipo de juego que puede distorsionar las consecuencias financieras. Además, al igual que con otras inversiones alternativas, los compradores no pueden vender sus participaciones hasta después de que finalice el período de bloqueo, algo que determina la plataforma en cuestión.
Fuente: El Economista