Skip to main content

Autor: Álvaro Muñoz Gutiérrez

El modelo de negocio que pocos artistas plásticos emprenden (y que urgentemente deberían)

Un artista no debería preocuparse por el precio de sus obras, sino por el valor de su nombre y arte. Una manera de elevar el valor de un artista es creando colecciones y no piezas independientes.

Imaginemos un talentoso y trabajador escritor que día a día escribe pequeñas historias, narraciones emocionantes, cautivantes, incluso deslumbrantes. Escribe mucho, aunque ciertos días se enfrenta a la incógnita de qué escribir; en ocasiones su trabajo no tiene sentido, rumbo, sin querer consigue perderse ante y entre su propio talento. El problema del escritor no es la carencia de vocación u horas de empeño, sino la falta de algo mayor.

Si estuviera escribiendo una novela, empresa más compleja y ambiciosa, su visión sería distinta, cada día avanzaría con un propósito definido, se permitiría adentrarse sin enfrentarse constantemente a pequeñas historias. Ganaría lectores, se ayudaría con editoriales, se posicionaría en la industria.

Lo mismo podría sucederle a un artista plástico: crear obras en vez de una colección.

Muchos artistas pintan sin sentido, sin rumbo, sin visión; esto no les resta talento, pero tampoco les suma en el largo plazo, porque sus piezas son independientes, no parte de algo mucho mayor. Generalmente crean lo que se les ocurre ese día, esa semana, ese mes. Temáticas variadas: un personaje, una pareja, un abstracto, un paisaje, un desnudo… Técnicas dispersas: óleo, acrílico, mixta, lápiz, carboncillo…

No basta con producir una obra espectacular, se requiere una colección. Sucede en muchas industrias: en moda no se diseñan prendas, sino temporadas; en música no se producen canciones, sino álbumes.

Es tremendamente difícil crear algo espectacular, memorable y trascendental en poco tiempo… pero no en semanas, meses o años.

Como dijo Vargas Llosa, “la característica de una buena novela es la extensión”.

Qué es una colección

Es una serie limitada de obras de arte (pinturas, esculturas, etcétera). Permite al artista, al galerista, al coleccionista, al espectador, al crítico, a los medios, tener claridad de discurso, temática, intención y congruencia sobre la propuesta artística.

Una colección es en sí un modelo de negocio que cualquier artista debería conocer, entender, comprender, aplicar y adoptar.

Porque crear arte es fácil, vivir de él es complicado. Esperar que “alguien” (¿quién?) algún día (quizá nunca) vea la obra y descubra al próximo Picasso es casi utópico. Vender piezas independientes es, desafortunadamente, el estándar para una vasta mayoría de artistas, sin embargo hagamos una pausa, reflexionemos y preguntémonos ¿pieza por pieza se llega a ser un artista consolidado?

Cómo desarrollar una colección

Podemos agrupar el proyecto en dos áreas: artística y administrativa.

1. Artística

  • Discurso. Definir qué se quiere expresar; redactar un borrador, podría tomar algunos días o semanas, es importante releerlo y reescribirlo las veces que sea necesario. El discurso, en mi opinión, no debería ser compartido con familiares o amistades, ellos no sienten lo mismo que el artista y puede ser incomprendido; debería, en mi opinión, compartirse con su galerista, ya que juntos saldrán al mercado -y al mundo- a mostrar y ofrecer la colección. En teoría, ningún art dealer debería ofrecer y/o vender lo que no le gusta, lo que no entiende.
  • Estilo. Un artista es consolidado si tiene un estilo consolidado. La colección permite definir, acentuar y reforzar el estilo característico del artista. Es un gravísimo error manejar varios estilos, imaginemos un hiperrealista pintando abstractos.
  • Técnica. No experimentar, por ejemplo: óleo sobre tela y lápiz sobre papel.
  • Paleta. Homogeneidad y personalidad visual.
  • Formato. Chico, mediano, grande, mixtos.
  • Cantidad. Aproximada o exacta, de obras para lograr dicha serie, de lo contrario se corre el riesgo de crear sin lograr expresar lo que se pretendía, o hacer demasiado siendo innecesario. Supongamos que el artista quiere pintar personas que admira, y concluye que son 15, obviamente esto determina la cantidad de obras, es claro que 5 no son suficientes y que 25 no requiere.

2. Administrativa

Para conocer el costo de la colección se deben precisar: cantidad de obras, producción, costos, gastos y valor del tiempo.

  • Producción. El artista es el único que conoce su “ritmo” de trabajo ¿cuánto produce,1 obra al día, 1 cada 3 días, 1 por semana, 1 en 15 días, 1 por mes? Saber esto determinará el tiempo requerido (con espacios para descansar) para concluir. Esto ayuda a tener horarios definidos, a no ser creativo solo en momentos de inspiración. Se debe establecer una fecha para concluir.
  • Costos. Pinceles, pinturas, telas, bastidores, gesso, etcétera. Supongamos que el costo de un cuadro sea 50 dólares, y que la serie será de 15, la inversión será de 750 dólares en materiales.
  • Gastos. Comidas, luz, internet, estudio, gasolina, etcétera.
  • El valor del tiempo. Es indispensable ponerle un valor al tiempo del artista ¿cuánto vale su semana de trabajo? Se debe ser realista y no ponerse un valor demasiado alto, la ganancia está en la venta de obras, no en un salario.

Ejemplo ficticio

  1. Cantidad de obras: 15.
  2. Tiempo de producción: 3 meses (5 mensuales).
  3. Costo de materiales: 750 dólares
  4. Gastos: 1,000 dólares.
  5. Valor del tiempo del artista: 2,700 dólares por 3 meses (300 USD semanales).

Costo de la Colección: 4,450 dólares

El costo unitario de cada pieza (15) es de 297 dólares.

Normalmente lo más económico son los costos, después vienen los gastos, siendo lo más caro el tiempo del artista.

Buenos precios con sus respectivos porcentajes de utilidad serían: 594 USD (100 %) 891 USD (200%) y 1,188 USD (300%).

Costo y precio

En la industria del arte no se determinan los precios con base en costos y porcentajes de utilidad, sino a través del valor percibido. Costo es lo que cuesta elaborar la colección. Precio es la cantidad de dinero que se espera se pague por una obra. Valor es percepción sobre el artista y su arte.

El precio no debería cambiar dependiendo del mercado, quien diga “no vale lo mismo una obra de arte en una ciudad pequeña que en una de las principales del mundo”, está equivocado, pueden cambiar los mercados, pero los valores no. Es importante destacar que no vale lo mismo una obra de arte en manos de un comprador que quiere decorar que en manos de un coleccionista que valora una colección bien hecha.

Un artista no debería preocuparse por el precio de sus obras, sino por el valor de su nombre y arte. Una manera de elevar el valor de un artista es creando colecciones y no piezas independientes.

Recapitulemos

Una colección es un conjunto de piezas producidas en cierto tiempo bajo un concepto definido, dicha producción tiene un valor en el mercado.

Es interesante que, a diferencia de otras industrias, lo generado no pierde su valor en el largo plazo (siempre y cuando el artista se mantenga en el mercado, por supuesto).

Sobrevivir en la industria implica que el artista sea emprendedor, que opere una fábrica y no -románticamente- un estudio… los ateliers producen piezas, las colecciones ameritan estructura.

Una colección permite aumentar el valor de un artista y su arte, ya que pertenece a un proyecto más elaborado y limitado, justificando y respaldando los precios de sus obras.

*El autor es fundador y director de Héctor Díaz Gallery.

10 cosas que deben enseñarse en la escuela de arte

Los artistas y creativos con capacitación formal pueden sentir que tienen todo lo que necesitan para «salir y crear». Pero al final del día, hay algunas habilidades del mundo real que los artistas necesitan, y no las enseñan en la escuela de arte o la universidad.

Convertirse en artista requiere dedicación para desarrollar estas habilidades un tanto oscuras, tanto como desarrollar tus habilidades creativas. Para ayudar a mis compañeros artistas, para que podamos disfrutar más del arte en el mundo, aquí hay 10 habilidades que no enseñan en la escuela de arte (pero deberían).

1. Cómo construir un negocio como artista

Es posible que nos enseñen cómo crear nuestro mejor trabajo en un medio específico en la escuela o mediante una formación artística formal. ¿Pero cuando se trata de construir un negocio a partir de tu arte? Eso no es algo que muchos de nosotros aprendamos o incluso creamos que sea posible.

Sin embargo, construir un negocio exitoso con tu arte es posible. Nosotros, como artistas y creadores, necesitamos saber vender nuestro arte y a nosotros mismos. La gente compra tanto al artista como al arte, por lo que crear una historia, una presencia y una imagen cohesiva puede ayudar a construir una base sólida para su negocio de arte .

2. Cómo navegar la vacilación y la duda

¿Quiénes somos para crear arte? ¿Quiénes somos para tratar de ganarnos la vida con nuestro trabajo, cuando tantos otros artistas lucharon por salir adelante? El mito social de larga data del «artista hambriento» impide que muchos creativos increíbles desarrollen sus habilidades, y mucho menos crear un negocio o una fuente de ingresos a partir de ellas. Nuestro trabajo es superarlo.

3. Cómo cambiar tu mentalidad

Como se mencionó anteriormente, parte del trabajo de ser un artista es abordar los desafíos de la mentalidad y analizar en profundidad de dónde provienen. Tenemos que abordar nuestras influencias sociales, nuestra educación, nuestras historias y nuestras relaciones con el dinero.

También tenemos que aprender a personificar la resistencia y dar un nombre a nuestros miedos. Elizabeth Gilbert habla con frecuencia sobre cómo el miedo nunca desaparece, pero hay algo que podemos hacer para controlarlo: pedirle que pase a un segundo plano.

4. El poder de la visualización

Como artistas, tenemos la capacidad de resaltar lo que vemos y hacerlo tangible. Básicamente, podemos visualizar lo que queremos ver en el mundo, y eso es un superpoder. La visualización es una herramienta que puede usar para crear arte, hacer crecer un negocio e incluso crear la vida que realmente desea.

Esto tampoco es solo la superstición de un artista. Esto tiene sus raíces en un hecho científico. ¿Qué significa esto para los artistas? Hay pruebas de que la visualización funciona. No es un concepto artístico intangible: podemos aprovechar esta habilidad para ayudarnos a crear nuestro arte y tener éxito tanto en los negocios como en la vida.

5. Cómo crear múltiples fuentes de ingresos

Como pintor, he creado múltiples fuentes de ingresos al vender mis pinturas:

  • En galerías de arte (venta del lienzo físico, venta de arte en tiendas, etc.)
  • A través de impresiones digitales (venta de copias en papel de mis pinturas originales)
  • A través de acuerdos de licencia (que permiten a las empresas obtener mi obra de arte original para impresión, diseño, etc.)
  • Crear, enseñar a crear y vender NFTs (tokens no fungibles)

También he creado cursos y programas para ayudar a artistas como usted a perfeccionar su oficio y establecer un próspero negocio artístico. Otros artistas tienen:

  • Enseñó su medio específico a otros artistas a través de cursos, talleres, etc.
  • Mercancía vendida

Obras de arte encargadas a licitadores y clientes.

6. Cómo administrar las finanzas

Como artistas, tenemos que mirar nuestras finanzas. A veces tenemos que ponernos un poco del lado izquierdo del cerebro. También tenemos que conocer los conceptos básicos, es decir, qué es un P&L (estado de pérdidas y ganancias ), de dónde provienen nuestros ingresos, qué gastos tenemos, cómo se ve nuestro flujo de caja, nuestras proyecciones de ingresos futuros, etc. Es importante saber lo que gasta y lo que ingresa y cómo se vende su arte.

7. Cómo crear arte honesto

Para ser un artista exitoso, debes abrazar lo que se llama «arte honesto». Este es un arte que es fiel a ti, a tus habilidades y a lo que quieres darle vida. El arte más poderoso e impactante es el arte que solo  puedes crear. Para aquellos de ustedes que luchan por crear «arte honesto», intente hacer una especie de limpieza. No mires las fotografías o pinturas de otras personas si eres fotógrafo o pintor. No compares tu arte con el de otra persona. Elimina esas entradas y crea lo que te venga a la mente. Te sorprenderás a ti mismo.

8. El valor de la comunidad

La comunidad nos ayuda a inspirarnos y nos mantiene conectados, y también nos brinda la capacidad sin precedentes de crear nuestro propio espacio con nuestro arte. No solo puede exhibir su arte en más lugares, sino que también puede crear conexiones reales con las personas que potencialmente podrían comprar su arte (o compartirlo con otros).

Si desea mantenerse a sí mismo a través de su arte, financieramente, artísticamente, espiritualmente, interpersonalmente, socialmente, coloque la construcción de una comunidad en la parte superior de su lista.

9. Los fundamentos del marketing

¿Quieres ganarte la vida vendiendo tu arte? ¿Quieres compartir tu trabajo con más personas? Entonces necesitará comprender los conceptos básicos de marketing . Como artistas, podemos inspirarnos en otros artistas y en algunas de las marcas más importantes para ver cómo comercializan sus creaciones. Los conceptos básicos están ahí para que los aprendamos por poder.

10. Cuándo pedir ayuda

Si dedicamos todo nuestro tiempo a tareas que nos alejan de crear nuestro mejor arte, no estamos haciendo lo que es más importante para nosotros (y para el mundo, si soy honesto al respecto). Y si no tenemos tiempo para hacer arte, no podemos crear honestamente, comercializar bien o construir una comunidad. Todas estas son piedras angulares de un negocio de arte exitoso.

Entonces, déjame preguntarte esto: ¿Es mejor dedicar tu tiempo a cargar imágenes en tu sitio, o es mejor dedicarlo a crear arte para vender en tu sitio? ¿Debería estar estresado por qué subtítulo publicar en Instagram, o debería estar construyendo conexiones en su comunidad? ¿Necesita concentrar su energía en aprender todo lo que pueda sobre marketing, o es mejor gastar su energía en su estudio?

No puedes hacerlo todo, y ciertamente no puedes hacerlo todo solo. Como hacer arte honesto, no lo pienses demasiado.

Arte digital, la nueva tendencia en auge para decoración de interiores este 2023

El comienzo del nuevo año ha traído nuevas tendencias en decoración que estarán presentes en los hogares durante este 2023. En concreto, gracias a la innovación y la digitalización, los amantes del arte podrán incluir en sus hogares arte digital nativo para combinarlo con el arte tradicional y así crear espacios mucho más novedosos y especiales.

El uso de los recursos digitales ha favorecido la aparición de nuevas técnicas que han dado lugar a un nuevo formato: el arte digital, que estará presente en la decoración de interiores a lo largo de este año.

Dentro de esta opción, se encuentran las obras digitales puestas a la venta por iniciativas como Obilum Art, primera plataforma española de arte digital (Artech) comisariado, que ya está disponible en España.

 

El 80% de los consumidores demanda sostenibilidad

Según la consultora Bain & Company, el 80% de los consumidores europeos se preocupa por la sostenibilidad y la eficiencia.

Esto se ve reflejado en un alza en las demandas por la sostenibilidad y la eficiencia, también en la decoración de interiores, dando paso al empleo de materiales más respetuosos con el medio ambiente, en los que la armonía ocupa un papel protagonista. En la misma línea, la búsqueda por la eficiencia va a ser clave en los espacios en 2023.

 

«El Sentido del Proceso”, la nueva colección de Uxío da Vila

Así, los amantes del arte ya pueden apostar por obras más sostenibles y respetuosas con el medioambiente. Uno de los últimos lanzamientos en arte digital es la colección «El Sentido del Proceso» creada por el premiado fotógrafo autodidacta Uxío da Vila. Una serie de obras con referencias al futuro, al pasado y al olvido.

 

“La conexión entre la propiedad digital y la experiencia física de las obras de arte es importante porque permite la preservación y una distribución más amplia del arte. Al mismo tiempo, experimentar el arte en su forma física puede proporcionar una experiencia única y más inmersiva, así como permitir una mayor apreciación significativa del arte y su contexto cultural.

Desde mi punto de vista, hay una nueva tendencia para decorar interiores ya que mostrar arte digital en marcos específicos o pantallas, permite flexibilidad y personalización para decorar estancias, y brinda muchas opciones interactivas para disfrutar del arte en su hogar”, afirma Carmen Ballesta, Founder & Chief Business Officer de Obilum Art.

El arte de falsificar sigue en su edad de oro

La historia del arte es la historia de una falsificación. Cuanto más dinero mueve el mercado, más obras fraudulentas aparecen. También ayudan las escorrentías del tiempo político. Tras la caída del telón de acero y el fin de la antigua Unión Soviética se vivió una marejada de falsificaciones de cuadros constructivistas rusos. Occidente los quería y la falta de documentación de las obras era justificable en un imperio cuarteado. “Algunos historiadores de arte de Europa del Este estaban dispuestos a certificar cualquier cosa a cambio de dinero”, narra Kilian Anheuser, director científico de Geneva Fine Art Analysis, un laboratorio experto en autentificación. “A día de hoy, el arte ruso de principios del siglo XX continúa siendo muy problemático”.

La historia del arte es la historia de una falsificación. Cuanto más dinero mueve el mercado, más obras fraudulentas aparecen. También ayudan las escorrentías del tiempo político. Tras la caída del telón de acero y el fin de la antigua Unión Soviética se vivió una marejada de falsificaciones de cuadros constructivistas rusos. Occidente los quería y la falta de documentación de las obras era justificable en un imperio cuarteado. “Algunos historiadores de arte de Europa del Este estaban dispuestos a certificar cualquier cosa a cambio de dinero”, narra Kilian Anheuser, director científico de Geneva Fine Art Analysis, un laboratorio experto en autentificación. “A día de hoy, el arte ruso de principios del siglo XX continúa siendo muy problemático”.

Aunque los falsos más comunes —revela Kilian Anheuser— combinan una técnica aparentemente sencilla con un alto valor en el mercado del artista. “Son innumerables las falsificaciones de los primeros cuadros abstractos y de creadores como Jackson Pollock, Picasso o Modigliani”. Pero uno de los “más espectaculares” en la historia es el llamado Spanish Master (El maestro español). Nadie conoce su nombre. Pero EL PAÍS ha conseguido situarlo en Barcelona entre mediados y finales del siglo XX en el mundo del anticuariado de primer nivel. Incluso el canal alemán DW le dedicó en 2014 un documental (The Mystery Conman, El estafador misterioso). Sus falsificaciones de antigüedades romanas han circulado en museos y subastas durante décadas. Impresionantes retratos de César o Alejandro Magno. El sistema era ingenioso. Fundía sestercios de bronce para crear las esculturas a las que luego superponía una pátina de envejecimiento.

Pero las falsificaciones ocurren en el pasado y en el presente. A mediados de junio, el director de la galería nacional de Eslovenia, Pavel Car, tuvo que dimitir, después de que una investigación destapara que 160 obras —Picasso, Degas, Munch, Turner, Chagall, Van Gogh o Matisse, entre otras— prestadas por la familia Boljkovaca (las atesoró el desaparecido, Josip Boljkovac, ministro del Interior croata, entre 1990 y 1991), eran, al menos en gran parte, aparentemente falsas. De ser auténticas habrían superado los 1.000 millones de euros.

A finales de ese mes, el FBI confiscaba en el Museo de Arte de Orlando (Florida) las 25 obras atribuidas a Jean-Michel Basquiat de la exposición Héroes y Monstruos. La calidad y la procedencia de las piezas alumbraron las sospechas. Adiós a un negocio de 100 millones de euros. Una semana antes, un marchante de Palm Beach fue acusado de vender basquiatswarholsmatisses y lichtensteins falsos. ¿La nueva edad de oro de lo falso? La casa de subastas Christie’s lo niega. “No hemos percibido ningún aumento (…), y la investigación científica ha evolucionado mucho en estos últimos años”, defiende un portavoz. “Mi instinto”, apunta Martin Kemp, profesor emérito de Historia del Arte de la Universidad de Oxford, “me dice que el arte más reciente tiene mayores posibilidades de falsificación”. Los Maestros Antiguos resultan más “vulnerables” a las pruebas científicas.

Casos actuales (dejando atrás al famoso Elmyr de Hory) como el de Wolfgang Beltracchi y su mujer, Helene, que empezaron a producir cientos de falsos en 1993, con los que se hicieron ricos antes de que en 2011 les costara seis y cuatro años de cárcel, respectivamente, o el de la legendaria galería neoyorkina Knoedler, que estuvo 17 años vendiendo pollocks y rothkos ficticios por 80 millones de dólares (cerró ese mismo 2011), evidencian que el fraude forma parte del ecosistema del arte. Hasta el actor Alec Baldwin produce un podcast de ocho episodios titulado Art Fraud. En el tráiler se escucha: “Las mejores falsificaciones cuelgan todavía de las paredes de la gente. No saben, ni siquiera sospechan, que son falsos”.

Ni siquiera el Museo del Prado resulta inmune. En los años noventa descolgó dos lienzos (La degollación y La hoguera) adquiridos como goyas. El genio aragonés es uno de los artistas más falsificados del mundo. Incluso, en siglo XIX, se establecieron unos “puestos” en la carrera de San Jerónimo donde era posible “encontrarlos”. Pintores jóvenes creaban imágenes violentas y de pequeño formato. Las grandes hubieran descubierto el truco. Otro momento complicado fue el legado del político catalán Cambó. En 1940 donó Ángel músico, un pequeño fresco, atribuido al pintor renacentista Melozzo da Forlí (1438-1494). Era el único existente fuera del Vaticano. Hasta allí lo trasladó un experto del museo. Y se lo mostró a Gianluigi Colalucci (1929-2021), quien dirigía la restauración de la Capilla Sixtina (1980-1995). Fue recuperado. Pero nunca avaló su atribución. También se descartó un autorretrato de Rembrandt que ingresó en 1941. Las telas falsas son túnicas que visten a los fantasmas de épocas pasadas.

Intentar destrozar obras de arte, la nueva moda entre los activistas climáticos

El ataque de dos activistas de la organización Just Stop Oil contra el cuadro Los Girasoles, de Vincent Van Gogh, en la National Gallery de Londres, es el segundo en una semana contra una obra de especial relevancia, y uno más en la larga lista de agresiones sufridas por obras de arte emblemáticas.

El pasado 9 de octubre dos personas pegaron su mano al cuadro de Pablo Picasso Masacre en Corea, expuesto de forma temporal en una muestra sobre el pintor español en la Galería Nacional de Victoria, en Melbourne (Australia), para hacer una llamada de atención sobre la crisis climática. La Policía logró quitar el pegamento que unía las manos de los activistas a una cubierta que protegía el cuadro y los arrestó.

También este año, el 25 de mayo, fue atacado el cuadro La Gioconda, uno de los principales reclamos del museo del Louvre de París, al que un visitante lanzó una tarta, aunque la obra no sufrió daños al chocar el pastel contra el cristal blindado que protege el óleo desde hace seis décadas. El atacante fue reducido por la seguridad del museo francés.

Entre la muy numerosa lista de pinturas destacadas que han sufrido ataques intencionados, al margen de las agresiones contra obras de arte en el marco de guerras y conflictos armados, están las siguientes.

Dos activistas del grupo alemán por el clima Letzte Generation («Última generación») han lanzado puré de patata contra un cuadro del pintor impresionista francés Claude Monet en el Museo Barberini de Potsdam, al sur de Berlín.

  • Les Meules (Los Pajares), Monet 

Dos activistas del grupo alemán por el clima Letzte Generation («Última generación») han lanzado puré de patata contra un cuadro del pintor impresionista francés Claude Monet en el Museo Barberini de Potsdam, al sur de Berlín.

El cuadro, protegido por un cristal, data de 1890 y pasó a la colección Hasso Plattner del Museo Barberini en 2019 tras ser adquirido por 110,7 millones de dólares en una subasta de Sotheby’s.

  • La Gioconda, Leonardo da Vinci

Además del ataque fallido sufrido en mayo pasado, esta emblemática obra colecciona agresiones: en 1956 un hombre con problemas mentales lanzó una piedra contra el cuadro que rompió el cristal de protección de la obra y provocó el desprendimiento de la capa pictórica a la altura del codo izquierdo de la Monna Lisa. Esos daños, pese a la restauración, aún son visibles.

Se instaló entonces el cristal antibalas que hizo posible que la pintura no sufriera daños en otro ataque, esta vez con pintura, lanzado en 1974 por una mujer cuando el cuadro se encontraba en una exhibición en el Museo Nacional de Tokio (Japón). La agresora protestaba contra la política del museo, que dificultaba el acceso al mismo a las personas discapacitadas.

Se decidió entonces que La Gioconda no saldría del Louvre, pero ello no impidió que en 2009 una mujer de nacionalidad rusa lanzara contra el cuadro la taza que acababa de comprar en la tienda del museo en protesta por que le habían denegado la ciudadanía francesa. El lienzo no sufrió daños.

  • La ronda de noche, Rembrandt

Esta obra maestra que el pintor neerlandés pintó en el siglo XVII también ha recibido varios ataques. En 1911 fue acuchillada por primera vez, pero el corte fue poco profundo y solo rasgó el barniz. También con daños superficiales se saldó el ataque en 1990 que llevó a cabo con ácido un enfermo psiquiátrico, gracias a la rápida intervención de los vigilantes de seguridad del museo.

Muchísimo más grave fue el tajo que se le dio al lienzo al ser trasladado desde su ubicación original, en el Kloveniersdoelen de Amsterdam, al Ayuntamiento en la plaza Dam: como no encajaba en la pared del consistorio le recortaron parte del lateral izquierdo y superior, lo que supuso la pérdida de tres personajes que estaban en el original, cuya copia se conserva en la National Gallery de Londres.

  • Venus del Espejo, Velázquez

Esta obra sufrió en 1914 un ataque en la National Gallery de Londres por parte de la sufragista Mary Richardson, que le asestó siete cuchilladas. Richardson fue condenada a seis meses de prisión.

  • La Virgen y el Niño con Santa Ana y San Juan Bautista, Leonardo da Vinci

Expuesto también en la National Gallery de Londres desde 1962, ese mismo año fue atacado con pintura roja por un pintor alemán, por lo que fue protegido con un cristal. En 1987 recibió un disparo, que causó algunos daños precisamente por las partículas de cristal protector, razón por la que se optó por exhibirlo protegido por un cristal blindado.

  • Guernica, Picasso

En 1974 un comerciante de arte escribió con pintura roja sobre la obra, expuesta entonces en el MoMa de Nueva York, las palabras Kill Lies All. Se limpió la pintura y el cuadro no sufrió daño.

  • Danae, Rembrandt

En 1985, en el Museo Hermitage de San Petersburgo, el lituano Bronius Maiguis roció la obra con ácido sulfúrico y le dio varias cuchilladas. El cuadro, tras doce años de restauración, volvió al museo en 1997 protegido por un cristal blindado.

  • La libertad guiando al pueblo, Eugène Delacroix

En 2003 una joven realizó una inscripción con rotulador en la parte inferior del cuadro. La obra estaba expuesta en el Museo del Louvre de Lens (Francia).

  • Le pont d’Argenteuil, Claude Monet

En 2007 varias personas entraron por la noche en el Museo d’Orsay de París y dañaron el cuadro, que quedó con una raja de unos diez centímetros, resultado aparente de un puñetazo.

  • Cuadro sin título, Cy Twombly

En julio de 2007 una mujer besó un cuadro blanco del artista estadounidense Cy Twombly en un museo de Avignon (Francia) y dejó la marca de carmín de sus labios en el lienzo. La mujer, que defendió que su beso era «un acto de amor y un acto artístico” fue condenada a 1.500 euros de multa y 100 horas de trabajos sociales.

  • La Bahía, Helen Frankenthaler

En marzo de 2006 un niño de doce años que participaba en una visita escolar pegó un chicle en el cuadro de la pintora expresionista abstracta estadounidense, expuesto en el Instituto de las Artes de Detroit (EE. UU.). La goma de mascar dejó una pequeña mancha pero la pintura pudo ser restaurada.

  • Mujer en sofá rojo, Picasso

En junio de 2012 un hombre roció con spray dorado el cuadro pintado por el pintor malagueño en 1929 y expuesto en la colección Menil de Houston (EE. UU.). La pintura pudo ser completamente recuperada.

Otras obras de arte vandalizadas

Además de los cuadros, muchas otras obras de arte han sufrido agresiones de envergadura, entre ellas icónicas esculturas como La Piedad de Miguel Ángel, en la Basílica romana de San Pedro, que en 1972 perdió un brazo, un ojo y parte de la nariz tras un ataque a martillazos; o La Sirenita de Edward Eriksende, en Copenhague, que perdió su brazo -1984-, fue decapitada dos veces -1964 y 1998-, arrancada de su base con explosivos -2003- y atacada con pintura en varias ocasiones.

También fue agredida a martillazos en el Centro Pompidou en París, en 2006, la Fontaine, de Marcel Duchamp, un urinario de porcelana que resultó ligeramente descascarillado.

Un millonario quema un cuadro de Frida Kahlo para cuatriplicar su valor y venderlo como NFT

El dibujo pertenecía al diario de la reconocida artista mexicana; estaba valuado en 10 millones de dólares. (Photo: TW)

El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura de México informó este lunes que está recabando “toda la información necesaria a fin de establecer con certeza” de qué se trató la presunta destrucción de una obra original de la pintora mexicana Frida Kahlo (1907-1954).

Además, recordó que existe un decreto por el que se declaró monumento artístico toda la obra de la artista mexicana.

Según diversas publicaciones, el dibujo Fantasmones siniestros (1944), valorado en 10 millones de dólares, fue quemado, por el empresario Martin Mobarak. Su acción, dijo, fue para convertir la obra en 10.000 NFTs exclusivos, (“Non-Fungible Token”), también conocidos como “cripto arte”.

Aunque las notas publicadas en diarios mexicanos se dieron conocer días atrás, la incineración de la obra se llevó a cabo el 30 de julio en la ciudad de Miami, Florida.

Según estimaciones de Mobarak, los NFT se comprarán a través de ETH (Ethreum), una criptomoneda con un valor 1.361 dólares, unos 27.000 pesos y cada NFT se venderá por 3 ETH con lo cual espera recaudar más de 800 millones de pesos (unos 40 millones de dólares).

Además, se apuntó que entre las instituciones que saldrán beneficiadas por esta acción están la Casa Museo Frida Kahlo, el Palacio de Bellas Artes y la Escuela Nacional de Artes Plásticas.

Ante ello, el Inbal de México negó en un comunicado que recintos de este Instituto, como el Palacio de Bellas Artes y/o el Museo del Palacio, vayan a recibir donación alguna por parte de dicho coleccionista, como lo ha mencionado públicamente.

Además, recordó que el Banco de México es fiduciario en el Fideicomiso Museos Diego Rivera y Frida Kahlo, “en su calidad de titular de los derechos patrimoniales de las obras”.

También dijo que hasta la fecha, “no ha recibido solicitud y no ha emitido autorización de reproducción sobre la obra referida”.

Precisó que el Inbal en todo momento “acatará lo establecido” en los términos de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos (LFMZAAH), su Reglamento y del Decreto “por el que se declara monumento artístico toda la obra de la artista mexicana Frida Kahlo Calderón”.

Incluyendo la obra de caballete, la obra gráfica, los grabados y los documentos técnicos que sean propiedad de la nación o de particulares, publicado en el Diario Oficial de la Federación el día 18 de julio de 1984.

EL Inbal recordó que en México “la destrucción deliberada de un monumento artístico constituye un delito en términos de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos”.

Arte, nfts y metaverso: ¿revolución, especulación o un poco de todo?

El confinamiento surgido tras la pandemia hizo que José Manuel García, pintor, artista y creador multimedia, como se define él mismo, se quedara sin gran cosa que hacer allá por 2020. No podía exponer sus obras, venderlas, hablar con galeristas ni nada que implicara salir de su casa o, como mucho, de su taller.

Fue precisamente en esa soledad donde decidió que sus pinturas tenían que ir más allá del lienzo.

Estamos hablando de atmósferas y sinfonías cromáticas creadas únicamente a través de sus manos, como lo hacían los hombres primitivos; de espacios de meditación conectados con el universo y las estrellas donde el espectador puede sentir emociones y reflexionar sobre quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos. Pues bien, a estas obras les metió música de fondo y dotó de movimiento con la ayuda de unas gafas de realidad virtual. Imaginen un viaje psicodélico y delirante a lo Hunter J. Thompson en ‘Miedo y asco en Las Vegas’ y se quedarán cortos. Hoy José Manuel García es más conocido como Elohim y su exposición ‘Metaverso cósmico’ es ya historia del criptoarte en España.

Si Elohim es un entusiasta del arte digital, Anna Carreras lo es incluso con más motivos. En 2021, esta ingeniera ganó cerca de 7 millones de euros con su obra Trossets, de la que vendió más de 1.000 unidades en forma de NFTs (‘non fungible tokens’); es decir, quien compró su obra no solo se hizo con una copia de la imagen digital, sino también con un certificado de autenticidad y pertenencia.

Elohim y Anna Carrasco están en un lado de la balanza. Al otro, sin embargo, se encuentran otros artistas como Liam Sharp o Mason Rothschild. El primero, dibujante de cómics que vendía sus obras en el portal DeviantArt por poco más de 50 dólares, decidió retirarlas cuando descubrió que había gente que se las robaba y creaba NFTs que ponía a la venta por 120 dólares. El caso de Mason Rothschild fue incluso más rocambolesco: creó una colección de NFTs basados en sus bolsos Birkins, vendió varias de sus obras por 800.000 dólares y, poco después, se enteró de que había gente falsificando su colección y vendiéndola por 35.000 dólares.

Dos mundos opuestos y –quizá– enfrentados, pero con algo en común: la inclinación del mundo del arte a crear obras digitales y venderlas de forma descentralizada, en formatos como el NFT e incluso en entornos como el metaverso. Los entusiastas de estas nuevas formas de arte dicen que es una revolución; sus críticos, que es una mera especulación y que a veces hasta roza la estafa.

Fuera mitos: al mundo del arte le encanta la tecnología

Los prejuicios podrían llevarnos a pensar que el arte tradicional y el digital están enfrentados, pero en absoluto es así. Según el informe The Art Market 2022, hace tiempo que las galerías físicas dejaron de ser el principal centro de búsqueda de los grandes coleccionistas de arte: su ecosistema mayoritario es internet, elegido por el 44%. De hecho, hasta Instagram se ha hecho su particular hueco: el 31% de coleccionistas recurre a esta red social para buscar obras.

¿Dónde buscan arte los coleccionistas?

¿Por qué prefieren internet? Parece ser que el motivo no es la mera comodidad, sino la confianza. Según una encuesta realizada por Deloitte, la mayoría de estos compradores asegura que la introducción de la tecnología en el mundo del arte ayuda, y mucho, a mejorar la transparencia, la trazabilidad o la confianza en sus compras. Y es que, como apunta a El Confidencial Nuria Lloret, ‘senior advisor’ de Metric Salad, «el arte siempre ha sido y será una expresión de su tiempo. La tecnología solo es una herramienta más para el artista, el medio para expresar algo profundo que quiere comunicar a la sociedad».

Pero la tecnología en el arte va mucho más allá de internet. Hoy ya se trata del decimocuarto sector que más ha invertido en el metaverso, según Sortlist, siendo la pintura, la fotografía o la escultura las artes favoritas de sus entusiastas.

Aunque lo cierto es que actualmente se puede adquirir prácticamente de todo. Si en el mundo físico puedes comprar o vender desde cuadros, fotografías, ilustraciones o esculturas; en el metaverso puedes hacer exactamente lo mismo, pero en formato digital. La clave del éxito de estas transacciones está en los NFTs, que se han convertido en los aliados perfectos para que el formato digital no desvirtúe el ‘glamour’ y la autenticidad de las obras de arte. Y es que los ‘tokens’ no fungibles, al estar respaldados por la trazabilidad del ‘blockchain’, aportan ese halo de exclusividad. Es decir, si antes era un experto el que aseguraba la autenticidad y pertenencia de un cuadro, ahora lo hace la red ‘blockchain’.

Si nos fijamos en las cifras, podremos apreciar que en apenas tres años el arte ha pasado de ser algo casi inexistente en la compra de NTFs a convertirse en la tercera categoría más demandada. De esta forma tenemos varios ejemplos de ‘pelotazos’ artísticos como el de Mike ‘Beeple’ Winkelmann, que se llevó por su obra ‘Everydays: The First 5000 Days’ nada menos que 69,3 millones de dólares. Pero más allá del dinero, lo cierto es que Beeple ha conseguido abrir un nuevo horizonte artístico y estético dentro de los NFTs. Sus obras incluyen reminiscencias del arte pop que nos deslumbró a todos en la segunda mitad del siglo XX, pero los referentes, claro, han cambiado. En una de las más icónicas, el artista expone un universo nuevo en el que caben un Michael Jackson embarazado, Donald Trump como muchos realmente se lo imaginan, Mickey Mouse con pinta de todo menos de agradable e incluso un Buzz Lightyear, ahora más de moda que nunca por el beso lésbico de su película. El ‘showman’ Jimmy Fallon también ha sido protagonista de sus obras, la mayoría de las cuales recogen un mundo onírico, luminoso y colorido, pero que también plantea demasiadas preguntas y nos sitúa ante iconos pop claramente desdibujados.

Winkelmann es uno de los nombres más conocidos de esta nueva corriente artística, aunque no es la única. Matt Hall y John Watkinson, que juntos forman la dupla artística Larva Labs, han conseguido darle al píxel una nueva vida. En un mundo en que la tecnología nos permite hacer retratos con el mayor detalle posible, estos dos artistas acuden a recursos nostálgicos, en este caso el píxel, para crear Cryptopunks, un conjunto de pinturas sencillas e icónicas. Y el público, desde luego, ha respondido: esta colección fue vendida por 11,8 millones de dólares. Otro ejemplo es el de Michah Dowbak, también conocido como Mad Dog Jones. Su caso es especial, ya que no se conforma con las imágenes estáticas: Jones añade movimiento a sus cuadros, sin llegar a convertirlos del todo en vídeos, y les añade música. Los tres ingredientes conforman obras de aire futurista en la que los colores se unen, sin embargo, para configurar escenarios sombríos. Y no le está yendo precisamente mal: su obra Replicator se vendió por 4,1 millones de dólares.

¿Especulación? Esto es lo que dicen las cifras

El pasado 22 de mayo, el ‘youtuber’ español Willyrex, que en los últimos tiempos había defendido con vehemencia los NFTs e incluso había lanzado los suyos propios, sufrió la mofa de internet al perder toda su inversión en estas obras de arte. Dichas mofas no se debieron únicamente a la mala baba de los internautas, sino a la agresividad con la que Willyrex atacaba a todo aquel que se atrevía a sembrar dudas sobre la viabilidad de este mercado.

Y es que, aceptado el matrimonio entre arte y tecnología, una de las acusaciones vertidas hacia el metaverso y especialmente los NFTs es su posible carácter especulativo. ¿Son ciertas esas acusaciones? Veamos qué dicen los datos. Para empezar, las cifras de The Art Market reflejan un crecimiento exacerbado de los NFTs en los dos últimos años.

El negocio de los NFTs de arte (2019-2021)

(Cifras en millones de dólares)

Un crecimiento tan fuerte es un claro indicador de lo incipiente de un mercado, pero no necesariamente de su carácter especulativo. Lo que sí apunta en esa dirección es el hecho de que, en el último año, las ventas secundarias superan en negocio a las primarias. Es decir, que el artista que vende su obra de primera mano gana menos dinero que el que se la compra y poco después la revende.

Los NFTs, más activos en mercados secundarios que en primarios

(Cifras en dólares)

Lo normal es que estos números nos hagan sospechar del carácter especulativo de los NFTs. Es más, parecen demostrar una carrera en la que casi nadie compra NFTs por su mera posesión, sino por el rédito económico que podrá sacarles en la segunda venta. Si nos fijamos en los NFTs que más dinero han generado a través de todas sus ventas, las cifras resultan muy llamativas. Demasiado, quizá: el juego Axie Infinity ha movido 4.605 millones de dólares, por ejemplo, y Bored Ape Yacht Club más de 4.300 millones. Bloomberg clava otro clavo sobre el ataúd de la especulación: su análisis asegura que, en los últimos meses, un tercio de los NFT valen cero euros, y otro tercio vale menos de lo que costó.

La fluctuación de precios no es un tema menor. Nuria Lloret reconoce que «la definición del precio de las obras de arte en este contexto de momento no está totalmente normalizada”, pero “tampoco la del precio del arte en el mundo analógico. Depende de la oferta y de la demanda de cada artista y, en el caso del entorno digital, sucede lo mismo”.

El arte ha sido, es y será siempre un oscuro objeto de deseo de los inversores que se acercan al sol que más calienta. Si el mercado de los NFTs generó cerca de 11.000 millones de dólares en 2021, el arte físico produjo 65.000 millones. Casi seis veces más. Del 33% de las grandes fortunas que invierte en NFTs, el 58% lo hace en arte tradicional. Unos movimientos que acaban afectando a los precios en uno y otro caso. Además, al igual que pasaba con los NFTs, los inversores en arte tradicional también mueven más dinero en las ventas secundarias que en las primariassegún el Art & Finance Report. De eso sabe mucho la persona que pagó 1,3 millones de dólares en una subasta por la pintura ‘Niña con un globo’ de Banksy. Lo que ella no sabía es que el artista había programado que, una vez vendida, su obra se autotriturase… Y lo que él no sabía es que, una vez destruida, su pintura multiplicaría exponencialmente su valor y acabaría revendida por 25,4 millones de euros.

Como vemos, las diferencias entre invertir en arte tradicional y hacerlo en NFTs se van estrechando…, y todavía pueden hacerlo más. Los grandes defensores de la inversión en NFTs siempre han argumentado que, mientras el arte tradicional conlleva unos costes inasumibles solo al alcance de los más ricos, los NFTs democratizan esta inversión y la ponen al alcance de cualquier ciudadano.

La primera parte de la premisa es cierta: el arte tradicional, salvo raras excepciones, es cosa de multimillonarios. En 2019, la Agencia Tributaria hizo público que el 41,82% de los bienes de lujo de las grandes fortunas españolas eran obras de arte. Pero, ¿es verdad que los NFTs han democratizado la inversión en arte? Lo cierto es que no. Un estudio publicado en Nature evidencia que, en los últimos cuatro años, el 10% de los inversores en NFTs han operado con el 97% de los activos disponibles y han acumulado el 85% de las operaciones. El arte, de nuevo, concentrado en poquísimas manos.

Como hemos visto, la batalla a la que hacíamos alusión al principio no está resuelta del todo. Parece evidente que los NFTs y los nuevos escenarios como el metaverso han venido a dar un buen empujón al mundo del arte, pero no parece discutible que este mercado está envuelto en una volatilidad y una especulación que dan la razón a los escépticos. En cualquier caso, la trastienda dibuja un panorama en el que el arte tradicional y el digital, salvando las distancias, tienen más puntos en común de los que en un principio parecía. Como telón de fondo, dos preguntas: ¿son los NFTs y el metaverso un mercado ficticio y especulativo? Y en caso de serlo, >¿se diferencian tanto de los vaivenes del arte tradicional?

El arte del Museo Thyssen, presente por primera vez en el Orgullo

Madrid ya está disfrutando de la celebración del Orgullo 2022 pero aún quedan los platos fuertes de las fiestas y uno de ellos será sin duda el desfile y manifestación que volverá a recorrer las calles del centro de la ciudad. Este año, que promete ser multitudinaria, contará con la presencia del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, que se ha unido a Tiqets para su primera participación en el Orgullo y se convierte así en el primer museo con carroza en el desfile.

Y lo hará con una edición especial de Versiona-Thyssen que hará realidad una carroza vinilada con versiones de varias obras que se pueden ver en la pinacoteca. Quién está detrás de las creaciones es Hugáceo Crujiente, artista multidisciplinar y referente drag en España, que se ha inspirado en una selección de cuadros del museo para vestir con sus diseños y fotografías la carroza creada para la ocasión, con el objetivo de resaltar la diversidad de identidades, cuerpos, pieles… todo a través del arte. Y ya podemos conocer cómo serán esas versiones y cuáles son las obras de referencia: