Cómo organizar una exhibición de arte
Ser artista no solamente implica dedicar nuestro tiempo de vida a la creación de la obra. Sea cual sea el área artística que se trabaje implica que la pieza sea exhibida en algún momento. La planificación de una exhibición puede llegar a resultar una tarea muy divertida si tenemos en cuenta que en el transcurso pueden llegar a presentarse algunos pequeños inconvenientes que no teníamos en mente.
Para comenzar a organizar una exhibición de arte lo primero que se debe tener en cuenta es la elección del tema. No se trata simplemente de reunir un montón de cuadros creados anteriormente y pensar que el punto de unión es el artista, por lo menos tiene que haber un tiempo en dónde el artista reúna los cuadros según su enfoque. Esto es una técnica de marketing que ayudará al profesional a que algún coleccionista o comprador interesado en determinadas asignaturas pueda interesarse en el tema.
El lugar dónde se va a exponer también es importante conocerlo con anterioridad, no todas las salas potenciarían el material de la misma manera. Además existen las galerías artísticas que solo se dedican a un estilo de arte y si el artista expone en estos sitios tiene grandes probabilidades de comercializar su obra. Sin embargo, allí también existen las condiciones físicas del lugar, en cuanto a cómo son las paredes, los pisos, la forma de iluminación de las obras, etc. Estos son factores que un pintor o escultor tendrían en cuenta de antemano.
Las fechas de exhibición también hay que fijarlas con anterioridad, pues un artista sabe muy bien que hay que tener todo listo antes de largarse a la aventura de exponer. Además no es lo mismo exponer un miércoles a la tarde que un sábado, a menos que la exposición sea fija y quede allí un tiempo determinado. Las personas siempre tendrán más tiempo para ver los cuadros los fines de semana que los días de rutina.
En la organización de la exhibición también deben estudiarse los precios de las piezas. Para ello no solamente se tiene que pensar el valor artístico del cuadro, sino también el alquiler de la sala, los materiales, la publicidad, el trabajo del artista, y así se elabora el monto total. Claro que aquí también debe pensarse con qué fin se está rentando la pieza, muchos artistas solo lo destinan a caridad más que a ganancia personal.