Invertir por amor al arte… y a la rentabilidad que ofrecen las obras
Por amor al arte. Ésta es la mejor forma de iniciarse en el mundillo como inversor en arte. En esa línea argumental coinciden diferentes expertos, que aconsejan dar el salto a las inversiones en arte como un hobby, por el deleite estético, por la conexión del comprador con la obra. Después, con un conocimiento más profundo del sector o con el asesoramiento más adecuado, vendrá la perspectiva de la rentabilidad, la posibilidad de obtener beneficios.
Dicho lo cual, si nos atenemos sólo a la óptica del rendimiento económico, ¿es buena idea invertir en arte? ¿A cuánto pueden ascender las ganancias en este ámbito? ¿Es un mercado reservado para las élites económicas o también hay espacio en él para finanzas más modestas?
Invertir en arte, ¿sólo para ricos?
Resolviendo el último interrogante, en opinión de los especialistas consultados, que adquirir obras artísticas se encuentre restringido únicamente a las personas adineradas es sencillamente un tópico, un estereotipo.
«Es una creencia generalizada que en las subastas, por ejemplo, sólo hay obras carísimas. En Ansorena celebramos subastas todos los meses y, por supuesto, se presentan obras con precios elevados, pero también es posible comprar paisajes de una escuela flamenca del siglo XVII desde 2.500 euros, un mueble del XVIII por 600 euros -en el apartado de artes decorativas- o un grabado de Tàpies desde 300 euros», enumera Belén Puente, directora de Comunicación en la citada casa de subastas.
¿Con cuánto se puede arrancar al invertir en arte?
Si estás pensando en apostar por el arte, quizá te tire para atrás la posibilidad de que no esté al alcance de tu bolsillo. Pues bien, la mencionada portavoz de Ansorena cuantifica un mínimo para echar a andar en este mercado que resulta asequible para numerosas economías particulares. «Podemos comprar una obra en subasta desde 200 euros», afirma con rotundidad.
«Quien consulte un catálogo podrá comprobar por sí mismo que hay una amplísima horquilla de precios. Eso sí, es necesario llevar a cabo una labor previa de búsqueda», completa.
La rentabilidad de invertir en arte
Los porcentajes de rendimiento que pueden lograrse en este mercado son variables, es decir, que carecen de rigidez y no están garantizados. Como en cualquier otro caso, la inversión con riesgo cero no existe, aunque sí debemos tener en cuenta que hay todo un espectro de productos de inversión según el perfil de riesgo.
Invertir en arte, mejor a largo plazo
El tiempo es tu aliado si decides apostar por bienes artísticos. Así lo constatan desde la sala de subastas Balclis: «Si en algo están de acuerdo los expertos en subastas de arte, es que el índice que están teniendo últimamente las obras de arte es mayor a las pérdidas que puedan causar con el paso de los años». Esa aseveración se apoya en cierta medida en tres trabajos de sobra conocidos en el mundo del arte, cuyos autores se atrevieron a dar cifras de beneficios.
- Así, desde el área de asesoría artística de Citibank indican que el mercado del arte creció un 13,7% a escala global entre 2000 y principios de 2019.
- Por su parte, en Art Market Research calculan que, en la última década, las obras de arte contemporáneas se revalorizaron un 12,4%.
- Prueba de que el valor de inversión del arte perdura es la estadística que coloca al índice de los 100 artistas más rentables con un 8% de crecimiento en los últimos ocho años, mientras que el S&P500 se elevó sólo un 3%, según el Informe arte y finanzas 2019 elaborado por Deloitte.
En ese sentido, «hay nombres, como por ejemplo Sorolla, que desde finales desde el XIX y principios del XX son valores seguros, sus obras son siempre respaldadas por los coleccionistas tanto nacionales como internacionales», subraya Belén Puente.
Cómo dar los primeros pasos al invertir en arte
Números aparte, al igual que en otros sectores, siempre aparece en el horizonte cómo decidir sobre una inversión y acertar con ella. Aunque, como es lógico, dependerá del perfil del inversor. En lo que se refiere al arte -ya se apuntaba en las primeras líneas-, resulta aconsejable comenzar tomándolo como una afición. Se trata de adquirir obras que nos apasionen y con las que deseemos convivir, contando con el asesoramiento adecuado y de confianza mientras ganamos en conocimiento y criterio propio.
La directora de Comunicación de Ansorena agrega que es básico «acudir siempre a lugares dirigidos por profesionales de prestigio, a los que les avale una trayectoria de éxito y que, por supuesto, conozcan el mercado del arte, ya sean salas de subastas, galerías o anticuarios». Además, resulta sencillo, directo y rápido consultar en Internet los catálogos de las diferentes empresas o entidades que operan en este sector.
De forma más concreta, Belén Puente señala algunas piezas que pueden ser recomendables para iniciarse: «La obra gráfica de autores relevantes contemporáneos, como Tàpies, Barceló o Chillida».
Con todo, una de las claves para evitar cometer el error más habitual del inversor neófito es no dejarse llevar por las modas o el boom de un determinado momento, sino optar por artistas consolidados y que logren un cierto consenso en el mercado, así como contar asesoramiento profesional.
Fuente: businessinsider