Autor: XPinyol

Cómo las NFT han cambiado el arte digital para siempre

«Los artistas solo se enriquecen después de muertos» es un viejo axioma que podría estar a punto de cambiar. Los tokens no fungibles (NFT) brindan a los artistas, músicos, fotógrafos y otros creadores de contenido protección digital y una plataforma para beneficiarse de su trabajo. Los NFT, también llamados a menudo cripto-coleccionables, funcionan como contratos legalmente vinculantes que se negocian a través de la cadena de bloques. Autentican activos digitales y físicos y permiten que artistas, músicos, escritores, fotógrafos y otros propietarios de propiedad intelectual protejan y vendan su trabajo.

Ya se han acuñado una variedad de activos digitales como NFT, y el mercado ha experimentado un crecimiento exponencial en el último año. En 2021 se comercializaron activos con sello digital por valor de más de $ 25 mil millones , que incluyen música, fotografía, videos, máscaras de juegos, coleccionables deportivos y memes.

Kings of Leon lanzó el primer álbum habilitado para NFT, When You See Yourself , en septiembre de 2021, y los medios de comunicación, incluidos Quartz y The New York Times , han vendido artículos como NFT.

Pero los artistas están experimentando la mayor alegría. Las ventas de arte digital representan alrededor de una cuarta parte del volumen de ventas de NFT. Según NonFungible , el arte digital ha generado más de 1900 millones de dólares. Los artistas digitales Bored Ape Yacht Club, Doodles y Art Blocks se encuentran entre los cinco proyectos más vendidos.

Los NFT están demoliendo los paradigmas limitantes del mundo del arte y cambiarán el arte digital para siempre. De hecho, se ha pronosticado que los criptocoleccionables transformarán todo el mercado del arte físico en los próximos cinco años.

El arte de NFT

La aplicación codificada con propiedad digital aumenta las ganancias potenciales para creativos y emprendedores. Todavía queda el pequeño asunto del marketing y alcanzar el punto óptimo que le permite capitalizar en el mercado, pero los tokens digitales eliminan por completo las ganancias únicas y la infracción de derechos de autor.

Cada token no fungible tiene un código de identificación único que lo asigna a un individuo o empresa. Debido a que los activos digitales intercambiados a través de la cadena de bloques no se pueden modificar, los tokens NFT sellan obras de arte y otros tipos de propiedad intelectual con un certificado de autenticidad y establecen inequívocamente la identidad del creador original.

El creador de un activo digital habilitado para NFT puede determinar cuántas copias de su trabajo se pueden distribuir y descargar antes de ponerlo a disposición del público. Un comprador se convierte en el propietario del NFT pero no en el propietario de la propiedad intelectual.

Los propietarios tienen derecho a vender el NFT a otros compradores al precio que elijan. El ingrediente clave para los creadores aquí es que un fragmento de código escrito en el activo digital los nombra como el propietario original.

Esta pieza de código incorruptible es donde los creativos y emprendedores ganan lo que les corresponde a lo largo de su vida. La gran mayoría de los NFT se intercambian a través de la cadena de bloques Ethereum, que utiliza contratos inteligentes para registrar el tipo de activos y la transacción que se ha producido.

Los creadores pueden incluir regalías en un contrato inteligente. Esto significa que cada vez que un propietario vende un NFT, el creador original recibe un porcentaje de las ganancias. Los registros de transacciones almacenados en la cadena de bloques, un libro mayor público distribuido que registra todo tipo de intercambios entre dos o más partes, no se pueden modificar ni crear de manera fraudulenta. Los datos son mantenidos por una red de » nodos «.

Ethereum describe los contratos inteligentes como interacciones irreversibles entre usuarios que no se pueden eliminar. Más importante aún, no están controlados por los usuarios, pero permiten transacciones para «ejecutar una función definida en el contrato inteligente».

En el mercado del arte existente, los artistas reciben un pago único. La mayor parte de las ganancias van al propietario, generalmente una casa de subastas o un negocio que vende la obra de arte. Los NFT permiten a los artistas obtener ganancias continuas durante toda su vida.

Es posible que el proverbial «artista en apuros» solo se haga rico en el más allá, pero las NFT y la cadena de bloques al menos brindan una plataforma para monetizar obras maestras para que puedan ganarse la vida de manera sostenible en esta vida.

Los compradores pueden pagar los NFT con tarjetas de crédito o una criptomoneda como Ethereum. Debido a que los NFT se pueden negociar directamente con los consumidores, los artistas con espíritu emprendedor y una habilidad especial para promocionarse a sí mismos pueden incluso eliminar al intermediario y quedarse con la mayoría de las ganancias.

Un espacio universal para el arte digital

Los primeros criptocoleccionables surgieron en 2012 . Siguieron siendo una herramienta comercial de nicho durante casi una década antes de que el mercado explotara en 2021.

Según Time , las NFT fueron impulsadas por coleccionistas de arte y especuladores. Las obras de arte se venden por millones debido a su escasez, y dado que las NFT significan que las pinturas originales no se pueden duplicar, las piezas auténticas están protegidas para siempre. Se cree que las falsificaciones representan al menos el 40% del mercado del arte .

Los NFT comenzaron a ganar impulso alrededor de 2018, pero fueron testigos de un crecimiento exponencial en 2020 después de que una obra de arte digital, Everydays – The First 5000 Days del diseñador gráfico Mike Winkelmann, de 39 años, se vendiera por casi $ 70 millones en Christie’s . Fue la primera vez que se vendió arte digital a través de una importante casa de subastas.

Este punto de inflexión para los coleccionables criptográficos desencadenó un crecimiento exponencial. Las ventas más altas registradas de NFT se produjeron en los últimos tres trimestres de 2021. NonFungible informó que las ventas promedio fueron de $10 a $20 millones por semana.

Un excelente ejemplo de cómo la NFT-manía puede generar historias de la pobreza a la riqueza es Loaded Lions, la primera colección de imágenes de perfil NFT acuñadas por un intercambio de cifrado. Las piezas fueron acuñadas inicialmente por crypto.com con un precio de $200 cada una, pero pronto recibieron ofertas mucho más altas. Loaded Lion 1969 , el astronauta de Marte, se vendió por $ 1 millón .

Los creativos de fuera del mundo del arte también buscan aprovechar las oportunidades del mercado. The Associated Press anunció recientemente un mercado que albergará el trabajo de los fotoperiodistas.

AP se asoció con Xooa para crear una ventana de compras en línea «respetuosa con el medio ambiente» en la cadena de bloques Polygon. La colección incluye el «fotoperiodismo histórico y contemporáneo galardonado» de la agencia de noticias. La primera colección de fotos se lanzará el 31 de enero de 2022.

No se espera que la explosión del mercado de NFT durante el último año dure, al menos no en términos de ventas multimillonarias. Estamos en medio de una burbuja que ya muestra signos de estallar.

Sin embargo, las NFT y la certificación blockchain permiten a los artistas, creativos y empresarios ingresar al mercado con la certeza de que su propiedad intelectual estará protegida contra el robo y la falsificación de derechos de autor.

Certificado de Autenticidad: ¿Para qué sirve?

El Certificado de Autenticidad, en principio, no es un documento obligatorio y no existe ninguna norma o regulación que exija su existencia, pero es una formalidad que beneficia la venta y una buena práctica que todo autor debería adjuntar a su producción.

Certificar la obra es una prioridad que debes tener en cuenta, dotando a cada una de tus creaciones del correspondiente documento.

La documentación que acompaña a una obra de arte en el mercado secundario es primordial para garantizar su autenticidad, conocer su trazabilidad y facilitar su venta.

Son transacciones que en su mayoría se realizan cuando el artista ha fallecido y, en consecuencia, no se puede contar con su participación para certificar su autoría.

En el mercado primario no todas las ventas se acompañan de la correspondiente documentación que avalen su legitimidad, por lo que es imprescindible que el artista facilite la pertinente certificación con las características de la obra para subsanar esta laguna en la comercialización del arte.

Garantías que aporta un Certificado de Autenticidad


El certificado es un aval que da fe de la autenticidad de la obra, identificándose con los datos básicos que se facilitan en el mismo y por la participación del artista en su redacción y firma.

En lo que se refiere a la obra gráfica y de edición,  es normal adjuntar con cada ejemplar de la colección documentación en la que figuran  la ficha técnica y de catálogo, certificado de edición y de autenticidad.

Esta práctica también debe aplicarse a la pieza única, dotándola de valor y legalidad con la incorporación de información respecto a la realización, conceptualidad y técnicas empleadas en su ejecución.


Formatos más comunes de certificaciones


Tanto si trata de una obra de pintura, escultura, fotografía u obra gráfica, el Certificado de Autenticidad debe reflejar datos básicos como título, autor, medidas, fecha de realización, número de la edición (si es obra seriada), soporte o materiales, siendo su autor el sujeto más cualificado para poderlo autentificar.

Para empezar, el artista deberá elegir el formato con el que quiere hacer su certificación, ya que no existe un patrón común por el que deba regirse.

Los formatos más comunes en el mercado del arte suelen ser de tipo documento, pegatina o sello.

– Documento: Se adjunta a la obra como documentación independiente con una información más extensa y detallada de sus características, pudiendo estar redactado expresamente para cada pieza o recurrir a un formato estándar que se rellena en cada ocasión.

– Pegatina: Como su nombre indica, es una nota adhesiva que va pegada a la obra, con una descripción general de la misma. Tiene la ventaja de que al estar adherida siempre acompaña a la obra.

– Sello: se puede utilizar individualmente para rubricar e identificar la autoría de la obra, como para sellar la documentación que se adjunta.


¿Qué datos deben figurar en la documentación?


Una vez que te hayas decidido por el formato, debes redactar la certificación teniendo en cuenta los datos que deben figurar, según el tipo de creación de que se trate: obra única, edición múltiple o copia seriada.

En la inclusión de datos, puedes extenderte todo lo que creas conveniente y que consideres que aporta legitimidad a la obra, procurando no escatimar en apuntes que infravalore el documento por insuficiencia de datos.

A continuación, se te facilita una relación de los datos que pueden integrar el certificado:

  • OBRA:

– Descripción de la obra.

– Definir si se trata de obra única o múltiple.

– Título.

– Técnica artística.

– Materiales empleados en su realización.

– Peso (si es escultura o similar)

– Número de identificación, si ha sido registrada en alguna base de datos.

– Fecha y lugar de realización.

– Fotografía de la obra.

  • AUTOR:

– Nombre completo del autor.

– Nombre artístico (si utiliza seudónimo).

– Historial y trayectoria profesional (resumen).

– Datos de contacto.

– Firma autografiada.

  • OBRA MÚLTIPLE (añadir información específica):

– Número del ejemplar.

– Número del total de la edición.

– Número de Pruebas de Autor y de Estampación.

– Información sobre destrucción de la plancha.

– Fecha de edición.

– Datos de quienes han intervenido en editar colección.

Además de todos estos datos, también puede añadirse en la documentación referencias sobre la obra de carácter bibliográficos (si los tiene), información sobre los derechos de autor que le asistan o detalles de mantenimiento si son necesarios para su conservación.


Expertos autorizados para certificar


En el supuesto de que no tengas costumbre de dotar a tu producción artística (pintura, escultura, fotografía u obra gráfica) con la pertinente documentación que la legitime para el mercado del arte, cuando se requiera la autenticación de alguna de tus obras habrá que recurrir a expertos autorizados como son los peritos de arte y subastas.

Teniendo en cuenta que no es lo mismo certificar la autoría que valorar su precio de mercado, también pueden intervenir en la recopilación de datos para una certificación instituciones (museos o fundaciones), historiadores, familiares del artista, críticos o galerías que hayan trabajado con el artista a peritar.

Cuando el artista es de renombre y ha fallecido, existen fundaciones que administran su legado y autentifican la autoría de sus obras como es el caso, por ejemplo, del Comité Marc Chagall, la Fundación Gala-Salvador Dalí  o la Fundación Arte y Pensamiento Martín Chirino.

En ausencia de documentación,  el coleccionista debe exigir o reunir la máxima información de referencias de la obra que vaya a adquirir y conocer su trazabilidad dentro del mercado para poder tasar la obra y saber su valor actual.

Documentar correctamente las obras que pones en circulación en el mercado del arte significa facilitar la identificación de tu producción desde el primer momento y, si entra en el circuito del mercado secundario, en el futuro supone ahorrar dinero y esfuerzos en buscar datos que demuestren su autenticidad.

Además del Certificado de Autenticidad, también acredita la autoría y procedencia de una obra disponer de la correspondiente factura de compra, catálogos donde aparezca publicada o reseñas de prensa y critica que hagan alusión a la obra.


Servicios online de certificados y autoría


Existen hoy en día servicios online (Art Certificate) que te facilitan la redacción, materiales de impresión, depósito de certificación y seguridad (códigos QR) para emitir el certificado, con la finalidad de  hacer más difícil la posible falsificación y ofrecer mayores garantías al coleccionista.

Asimismo, para justificar la fecha de creación y ejercer tus derechos de autor para poder defenderte frente a plagios o falsificaciones existen organizaciones que atienden desde su sitio web las inscripciones de autoría como son Copyright France , Copyright  Depot , Blockchainyourip.com o  Mapreuve .

Como artista profesional, deberías tener toda tu producción documentada correctamente y el Certificado de Autenticidad es un documento imprescindible para legitimar tu obra en el mercado del arte.

No hacer este trámite significa perder credibilidad a la hora de comercializar tu trabajo, porque no existe ninguna legislación, respecto a quien corresponde la autoridad para emitir certificados o que información debe contener, al margen del artista o entidades que defiendan en exclusiva sus intereses.

Fuente: objetivoarte

Fuerte salto de las subastas de arte en el mundo en 2021

Las tres grandes casas de subastas del mundo, Christie’s, Sotheby’s y Phillips,  vendieron el año pasado 15.600 millones de dólares en arte. En el mercado internacional atribuyen los resultados a un aumento en la riqueza acumulada  y una ola de jóvenes coleccionistas por primera vez impulsaron las ventas de todo, desde Basquiats hasta bolsos Birkin.

Sotheby’s vendió 7.300 millones de dólares durante 2021, la cifra más alta en sus 277 años de historia. Con estos números, su propietario, el multimillonario franco-israelita Patrick Drahi, estaría estudiando —acorde con Bloomberg— volver a sacar la compañía a Bolsa, según indica un artículo publicado en el diario El País que analiza los resultados del sector.

Las cifras de su tradicional competidor Christie’s también son buenas: 7.100 millones de dólares, el mejor resultado en cinco años. Una parte de esos ingresos fueron por ventas privadas. Phillips, también batió su récord al rematar 1.200 millones de dólares en bienes de lujo, un 32% más que durante 2019. Jamás había superado los 1.000 millones.

Los registros de las subastas destacan el aumento de la riqueza mundial durante la pandemia, ya que los estímulos gubernamentales, el alza de los precios de los activos y un repunte en la demanda de los consumidores crearon una ola masiva de liquidez para los compradores adinerados. El auge de las ventas online y el arte cripto también generó una nueva generación de coleccionistas jóvenes y ricos que comenzaron a comprar de todo, desde arte y automóviles clásicos hasta artículos de lujo, vino, relojes y diamantes de manera remota. Así lo explica una nota de CNBC.

«Los coleccionistas de elevado poder adquisitivo están gastando más que nunca y esto se debe, en parte, a que los efectos de la acumulación de la riqueza en los dos últimos años fueron muy diferente al de otras crisis«, analiza Clare McAndrew, economista especializada en arte citado por El País. Y agrega: «Una de las secuelas del crash financiero de 2009 fue la caída del 30% en el número de multimillonarios y su patrimonio descendió el 45%. Pero en 2020, los millonarios aumentaron un 7% y la riqueza el 32%».

El trabajo más caro subastado en 2021 fue el gigante «Femme assise pres d’une fenetre» de Pablo Picasso, que se vendió por 103,4 millones de dólares en Christie’s. El segundo más alto fue «In This Case» de Jean-Michel Basquiat, que se vendió por 93,1 millones de dólares.

En el dinámico e incierto terreno del criptoarte se registraron proezas que captaron la atención del coleccionismo.  Beeple consiguió  en marzo pasado durante una subasta en Christie’s 69 millones de dólares por un NFT  titulado Everydays: The First 5.000 Days.

Otro hito en el universo blockchain es que las casas de sunbastas empezaron a aceptar criptomonedas a la hora de realizar los pagos. Sotheby’s fue la primera en anunciar que aceptaría ofertas en tiempo real con Ethereum (ETH) para su subasta del 18 de noviembre de obras del famoso artista callejero Banksy. .

«Un total de 102.000 obras contemporáneas cambiaron de manos en 12 meses, 10 veces más que hace 20 años. Este notable resultado refleja el dinamismo de un mercado del arte que atrae constantemente a nuevos compradores. El incremento en el volumen de transacciones estuvo acompañado de una baja de 5 puntos de la tasa no vendida. En definitiva, nunca la oferta y la demanda habían estado tan equilibradas, con el 70% de las obras ofertadas encontrando compradores», señala el reporte de Art Price sobre el mercado de arte en 2021. indica además que  el mercado asiático convirtió en la zona principal del mundo para el intercambio de obras.

Fuente: baenegocios

La revolución del arte NFT: las ventas superan los 3.000 millones en 2021

Apenas hace un año que se habla de los NFT (non fungible tokens) y ya han revolucionado el mercado tradicional del arte. Aunque un NFT no es más que un link, un contrato digital blindado con tecnología blockchain que garantiza la propiedad y autenticidad de una obra, es el formato que le faltaba al arte digital, a las nuevas formas de creación que se expanden por la red, desde vídeos o memes hasta la última moda del arte generativo (el propio usuario puede modificar una pieza o, simplemente, cambia con el paso del tiempo). Solo en lo que va de 2021 se estima que las ventas de NFT han generado más de 3.000 millones de euros.

Los NFT han disparado el mercado del arte digital, que ha aumentado un 280% desde 2019, según un informe de la aseguradora internacional Hiscox, especializada en el mundo del arte. No solo cambia el formato, también la manera de comprar: el 46% de las ventas de arte online de este 2021 se han hecho a través de teléfonos móviles y tablets. Incluso las históricas casas de subastas Christie’s y Sotheby’s ya se han adaptado a la compra vía smartphone. Durante su Semana Clásica, Christie’s retransmitió por Instagram sus subastas, que fueron seguidas en directo por un millón de personas. Las redes sociales se han convertido en el nuevo epicentro de la compra-venta de arte y su promoción, siendo Instagram la más importante, seguida de Facebook y, a más distancia, YouTube y Twitter.

En el mercado del criptoarte hay un antes y un después del récord de Beeple en la primera subasta tradicional de NFT que organizó Chriestie’s el pasado mes de marzo. Su macropieza The First 5.000 Days, un mosaico de 5.000 obras -muchas de ellas vídeos o gifs en movimiento-, se vendió por 69 millones de dólares, convirtiendo a Beeple en el tercer artista vivo más cotizado del mundo, por detrás de David Hockney y de Damien Hirst. Desde entonces los récords se han ido acumulando, pero Beeple ya se ha convertido en un valor seguro y domina el top ten de las ventas.

Otra tendencia en boga del criptoarte son las colecciones de personajes. En septiembre, Sotheby’s vendió por 24 millones de dólares un lote de 101 monos aburridos (literal: la serie se titula Bored Ape Yacht Club y son infinitas variaciones de monos con gafas de sol, sombreros ridículos y muecas varias). El estudio de diseño Yuga Labs creó 10.000 monos generados por ordenador y está causando furor. No solo se compra el mono, sino la entrada a un club exclusivo: el propietario del NFT puede acceder a contenidos y eventos virtuales, desde un bar o un festival en diferentes metaversos. Hasta el famoso manager de estrellas como Madonna o Red Hot Chilli Peppers, Guy Oseary, ha firmado un acuerdo de representación con Yuga Labs para expandir el proyecto Bored Ape Yacht Club en la industria del cine, la televisión, la música y los videojuegos.

Otra serie que enloquece a los criptocoleccionistas es la de Cryptopunks, unos avatares NFT de 8 bits generados por ordenador. Hace tres años, el estudio Larva Labs creó un software para generar 10.000 avatares de estilo retropunk. Al principio eran gratis. Y ahora valen millones.

El pasado agosto fue el mes dorado en la reciente y breve historia de los NFT: se alcanzó el pico de transacciones con unas ventas estimadas de 1.462 millones de euros. Sin embargo, en septiembre las transacciones disminuyeron un 69%, lo que da idea de la volatilidad de este nuevo mercado. «La actividad en el mecado NFT ha subido y bajado como un yoyó pero es innegable que está atrayendo a un nuevo tipo de coleccionista / especulador y que está aquí para quedarse. Indudablemente, generará una burbuja a corto plazo y podemos esperar que unos pocos hagan una fortuna, mientras otros muchos terminarán derramando una lágrima antes de que el mercado NFT se estabilice y se convierta en parte del mainstream», analiza Robert Read, responsable del departamente de Arte de Hiscox.

Aunque las ventas en Sotheby’s y Christie’s tengan mayor visibilidad y trascendencia por los altos precios que se alcanzan, el mercado NFT se mueve por otros cauces digitales: plataformas online como Nifty Gateaway, MakersPlace, OpenSea y las galerías virtuales de los distintos metaversos como Decentraland o Criptovoxels, cada cual con su propio museo de criptoarte.

Top 5 de ventas (en dólares)

1/ Beeple. ‘The First 5.000 Days’: 69,3 millones (Christie’s)

2/ Yuga Labs. ‘101 Bored Ape Yacht Club’: 24,4 millones (Sotheby’s)

3/ CryptoPunk. #7523: 11,8 millones (Sotheby’s)

4/ CryptoPunk. #7804: 7,56 millones (OpenSea)

5/ CryptoPunk. #3100: 7,51 millones (Sotheby’s)

Visa lanza un programa para promover el arte en NFT

«Estamos entusiasmados con el futuro de la industria de los NFT», dice la compañía internacional de pagos Visa, en un reciente comunicado de prensa. Por este motivo es que la empresa buscará «fomentar relaciones significativas entre los creadores y la red de socios de pago» para que artistas digitales puedan «llegar a nuevas audiencias y hacer crecer sus negocios.

Para el gigante de las tarjetas de crédito, los tokens no fungibles (que es lo que significan estas siglas en español), pueden ofrecer oportunidades a los propietarios de pequeñas empresas en la «economía de los creadores».

Con esto en mente, ayer, 13 de octubre, Visa hizo pública su asociación con Micah Johnson. Se trata de un exjugador estadounidense de las Ligas Mayores de Béisbol convertido en artista plástico. Sus obras están mayormente protagonizadas por niños afroamericanos.

«Nos asociamos con Micah con el fin de crear un programa diseñado para ayudar a los creadores a comprender esta tecnología y cómo aprovechar las cadenas de bloques públicas para producir y vender productos digitales», comunica la empresa. Añaden que, después de un proceso de solicitud, seleccionarán a un grupo de artistas para que sirva como su «clase inaugural».

Entre los beneficios que la empresa dará a los creadores de contenido seleccionados, se encuentra el servicio de consultoría, no solo sobre los aspectos técnicos del desarrollo de tokens coleccionables, sino también sobre métodos de pagos. Tanto las criptomonedas como el funcionamiento de la red Visa serán abordadas en la capacitación.

Micah Johnson: el exbeisbolista que vendió un cuadro por USD 120.000

Para el ya mencionado Micah Johnson, los tokens coleccionables no son una novedad. En 2019, al poco tiempo de retirarse del béisbol, él conoció las criptomonedas y todo su ecosistema. Para 2020 ya había hecho su primera venta de un cuadro como NFT por USD 120.000.

Actualmente, la galería de arte digital Artsy, expone 10 obras suyas que están a la venta. Solo uno de estos trabajos muestra su precio al público. Se trata de la obra «$11k», que está tokenizada en la cadena de Ethereum y es ofrecida por USD 10.000.

En la descripción de esa pintura, en la que se observa un niño afroamericano con un casco, billetes de dólar que caen del cielo y una luna con la bandera de Bitcoin, Johnson explica: «Mi esperanza es que, con una mayor adopción y el continuo debilitamiento del dólar, holdear criptomonedas sea la clave de la libertad financiera para las generaciones venideras».

Visa ya es dueña de un NFT

Visa no solo promoverá la industria de los tokens coleccionables, sino que, tal como CriptoNoticias detalló, la empresa ya es dueña de un NFT. A modo de inversión, a finales de agosto, la compañía adquirió el CryptoPunk número 7.610 por el equivalente a USD 150.000 pagado en ether (ETH), la criptomoneda nativa de Ethereum.

Los CryptoPunks, consideradas como una de las colecciones más representativas del «criptoarte», fueron lanzados en 2017. Se trata de una serie de 10 mil imágenes de 24×24 píxeles, creadas de forma algorítmica.

La Criptopedia, que es una sección educativa de este portal de noticias, explica que los CryptoPunks están «inspirados en el grupo de “cypherpunk” de 1990 que sentó las bases de Bitcoin y una Internet más privada».

Fuente: criptonoticias

Invertir en arte, ¿es una buena idea?

¿Cómo invertir en arte? Cada vez son más los inversores que deciden invertir en el mercado de las obras de arte atraídos por las atractivas rentabilidades que pueden llegar a aportar estos activos alternativos. La pandemia ha puesto de relieve la resiliencia del mundo del arte; ahora bien, ¿es una buena idea invertir en arte? ¿Qué ventajas conlleva respecto a otros activos y por qué es un buen momento hacerlo ahora?

¿El arte como producto financiero?

En el mundo financiero el big data y los índices financieros están a la orden del día y parece que también han llegado al mundo de la inversión en arte. Veamos cómo y para ello contamos con la colaboración de dos grandes profesionales: Xavier Olivella, CEO de ArtsGain Investments SGEIC, y el profesor Argimiro Arratia, investigador en finanzas computacionales de la UPC y colaborador de ArtsGain.

No sólo para grandes patrimonios

El 61% de las grandes fortunas invierten entre un 11% y un 50% de su patrimonio en arte. Cierto es que lo disfrutan en privado o en museos de sus propias fundaciones pero más del 78% de dichos coleccionistas lo aprecian también como inversión.

Ahora esta opción ha llegado también al inversor profesional español con ArtsGain. La primera gestora de fondos de inversión autorizada por la CNMV dedicada en exclusiva al arte y que transforma la inversión artística en inversión financiera.

Los fondos de inversión en arte respecto a la inversión individual en arte permiten diversificar la inversión al no concentrarse el riesgo en unos pocos cuadros, artistas o estilos. Diversos fondos de inversión en la anterior década consiguieron rentabilidades de entre 7,5% y 28% anual. Gracias a dicha diversificación y a focalizarse en grandes obras y artistas de reconocido prestigio.

El futuro ya está aquí: inteligencia artificial y algoritmos para el arte

Si comparamos la evolución del arte con el sector financiero, vemos una gran descorrelación entre sus ciclos. Además, el arte para los 100 artistas top se rige por el índice Artprice100 que consiguió un 13,4% de rentabilidad anual desde el año 2000 antes de la pandemia, superando en 2,5 veces el índice norteamericano SP500. Artprice es una empresa francesa dedicada a datos del arte que cotiza en Euronext París.

Existe el supuesto matemático que el precio de una obra de arte es una función de un conjunto de características cualitativas de la obra (tamaño, estilo, año de creación, etc) que pueden ser numéricamente cuantificables. Esto es lo que se conoce en econometría como un modelo hedónico que también podemos extrapolar al arte.

El precio y la reputación del artista son piezas clave para determinar el valor del arte. Para contemplar ambos se utilizan dichas características con métodos de cálculo basados en “inteligencia artificial” y en la aplicación de redes neuronales para “aprender” de los datos del big data del mercado del arte. De esta forma, el algoritmo puede construir un índice hedónico de la cartera de inversión del fondo que muestra su evolución temporal y permite a la gestora dar regularmente un valor liquidativo al inversor.

Aplicaciones del Big Data como herramientas en la inversión en arte

Seguramente todos nosotros hemos pensado que los artistas cuando fallecen se aprecia su valor de mercado, pero… ¿podríamos cuantificar dicho valor? Gracias al Big Data la gestora ArtsGain ha podido hacerlo. Analizando 36 renombrados artistas, entre ellos Antoni Tapies, de entre los top 500 del mercado, que fallecieron entre 2000 y 2017, se extrapola la revaloración de sus obras en un 159% tres años tras su muerte incluyendo récords de subastas y de un 106% sin ellas mientras que Artprice sólo aumentó un 30%.

Otro significativo ejemplo de Big Data es el conocimiento a través de datos físicos de objetos de arte que la startup Arius ofrece a coleccionistas y fondos. Ya que registra la superficie de pinturas que revelan detalles de conservación y restauración que son invisibles al ojo humano.

Recurrir al arte durante la pandemia

El mercado del arte se comporta distinto durante épocas de crisis, demostrado empíricamente en la última del 2008 con una menor volatilidad que las finanzas y corroborado ahora con la pandemia. Si bien es cierto que en 2020 el mercado del arte ha disminuido en volumen global un 22% según datos de Arts Economics, el mercado online ha crecido de 6 a 12,4 B$ y las ventas en obras de más de 100.000$ se han incrementado un 10%. Estos datos corroboran la existencia actual de grandes oportunidades de compra con descuento sobre el precio de mercado que sólo pueden acometerse con inversiones colectivas para acceder a obras de calidad y de reconocido prestigio que de forma individual es más dificil conseguir.

Además, la existencia de una pandemia ha provocado desarrollar más rápidamente nuevas tendencias como la eclosión del mercado digital del arte con los llamados NFTs. Permite a nuevas generaciones acceder al arte de forma distinta a la tradicional y más cercana a su trayectoria digital.

Y otra tendencia relacionada ha sido el incremento del arte exterior. Es decir, la escultura que alcanzó un incremento del 12% gracias a que debemos salir más afuera y a la creación de nuevos materiales adecuados para el exterior.

Fuente: Rankia

La valoración de obras de arte

Obras de arte y comercio del arte

En el comercio del arte, para determinar el precio final de una obra, se tienen presentes aspectos diversos tales como la antigüedad de la obra, su exposición en museos, su autenticidad, el periodo, estilo, el autor y la calidad técnica, entre otros. Pero ¿quiere esto decir que dos obras pertenecientes a un mismo estilo artístico o autor tienen el mismo valor? La respuesta es no.

El caso Gauguin

Ponemos de ejemplo a Henri Paul Gauguin, pintor francés cuya obra obra es considerada una de las más importantes del siglo XIX. A comienzos de 2011, su cuadro “La esperanza”, pintado como tributo a Van Gogh, se subastó en Christie’s con un precio de salida de 12 millones de euros. Finalmente, el cuadro no se vendió a pesar de las grandes expectativas que había creado antes de la subasta.

Sin embargo, otra obra de Gauguin  llamada «La mañana» y perteneciente al mismo periodo artístico que «La esperanza», fue vendida por 26 millones de euros en otra subasta celebrada en Sotheby’s años antes.

Características que influyen en la valoración económica de una obra:

  • Antigüedad de la obra o fecha de creación de la misma.
  • Historicidad o valor cultural y social asociado al objeto.
  • Unicidad de la obra, ¿hay más de una copia en el mercado?
  • Técnica utilizada para la realización.
  • Materiales con los que se ha creado la obra.
  • Estado de conservación. ¿Está restaurada la obra?
  • Validación y reconocimiento de la pieza mediante la firma del autor.
  • El autor y la escuela o movimiento al que pertenece.
  • Críticas que tasadores o expertos del sector hagan de la obra.
  • Previsiones, ¿puede revalorizarse o depreciarse la obra en el futuro?

Si aplicamos estos puntos a la fotografía de Gursky que aparece al comienzo del artículo sacamos unas conclusiones que argumentan el alto precio pagado por la pieza:

  • La fotografía es única, formando parte de una serie de 6 fotografías, cuatro de ellas expuestas en Nueva York (MoMA), Londres (Tate Modern), Alemania (Museo de Arte Moderno de Munich) y en EE.UU, Maryland (Galería Glenstone en Potomac).
  • Fue realizada en 1999 y está montada sobre una superficie de plexiglás.
  • Según la casa Christie’s la fotografía es considerada una obra maestra.
  • Gursky fue alumno de Hilla y Bernd Becher, padres de la fotografía contemporánea.
  • Actualmente Gursky es considerado el fotógrafo más cotizado del mundo ya que sus obras no paran de revalorizarse desde los años 80.

Estos son algunos de los factores que han hecho que finalmente se haya pagado por la fotografía una cantidad total de 3,2 millones de euros.

Fuente: tinsa

Invertir por amor al arte… y a la rentabilidad que ofrecen las obras

Por amor al arte. Ésta es la mejor forma de iniciarse en el mundillo como inversor en arte. En esa línea argumental coinciden diferentes expertos, que aconsejan dar el salto a las inversiones en arte como un hobby, por el deleite estético, por la conexión del comprador con la obra. Después, con un conocimiento más profundo del sector o con el asesoramiento más adecuado, vendrá la perspectiva de la rentabilidad, la posibilidad de obtener beneficios.

Dicho lo cual, si nos atenemos sólo a la óptica del rendimiento económico, ¿es buena idea invertir en arte? ¿A cuánto pueden ascender las ganancias en este ámbito? ¿Es un mercado reservado para las élites económicas o también hay espacio en él para finanzas más modestas?

Invertir en arte, ¿sólo para ricos?

Resolviendo el último interrogante, en opinión de los especialistas consultados, que adquirir obras artísticas se encuentre restringido únicamente a las personas adineradas es sencillamente un tópico, un estereotipo.

«Es una creencia generalizada que en las subastas, por ejemplo, sólo hay obras carísimas. En Ansorena celebramos subastas todos los meses y, por supuesto, se presentan obras con precios elevados, pero también es posible comprar paisajes de una escuela flamenca del siglo XVII desde 2.500 euros, un mueble del XVIII por 600 euros -en el apartado de artes decorativas- o un grabado de Tàpies desde 300 euros», enumera Belén Puente, directora de Comunicación en la citada casa de subastas.

¿Con cuánto se puede arrancar al invertir en arte?

Si estás pensando en apostar por el arte, quizá te tire para atrás la posibilidad de que no esté al alcance de tu bolsillo. Pues bien, la mencionada portavoz de Ansorena cuantifica un mínimo para echar a andar en este mercado que resulta asequible para numerosas economías particulares. «Podemos comprar una obra en subasta desde 200 euros», afirma con rotundidad.

«Quien consulte un catálogo podrá comprobar por sí mismo que hay una amplísima horquilla de precios. Eso sí, es necesario llevar a cabo una labor previa de búsqueda», completa.

La rentabilidad de invertir en arte

Los porcentajes de rendimiento que pueden lograrse en este mercado son variables, es decir, que carecen de rigidez y no están garantizados. Como en cualquier otro caso, la inversión con riesgo cero no existe, aunque sí debemos tener en cuenta que hay todo un espectro de productos de inversión según el perfil de riesgo.

Invertir en arte, mejor a largo plazo

El tiempo es tu aliado si decides apostar por bienes artísticos. Así lo constatan desde la sala de subastas Balclis: «Si en algo están de acuerdo los expertos en subastas de arte, es que el índice que están teniendo últimamente las obras de arte es mayor a las pérdidas que puedan causar con el paso de los años». Esa aseveración se apoya en cierta medida en tres trabajos de sobra conocidos en el mundo del arte, cuyos autores se atrevieron a dar cifras de beneficios.

  • Así, desde el área de asesoría artística de Citibank indican que el mercado del arte creció un 13,7% a escala global entre 2000 y principios de 2019.
  • Por su parte, en Art Market Research calculan que, en la última década, las obras de arte contemporáneas se revalorizaron un 12,4%.
  • Prueba de que el valor de inversión del arte perdura es la estadística que coloca al índice de los 100 artistas más rentables con un 8% de crecimiento en los últimos ocho años, mientras que el S&P500 se elevó sólo un 3%, según el Informe arte y finanzas 2019 elaborado por Deloitte.

En ese sentido, «hay nombres, como por ejemplo Sorolla, que desde finales desde el XIX y principios del XX son valores seguros, sus obras son siempre respaldadas por los coleccionistas tanto nacionales como internacionales», subraya Belén Puente.

Cómo dar los primeros pasos al invertir en arte

Números aparte, al igual que en otros sectores, siempre aparece en el horizonte cómo decidir sobre una inversión y acertar con ella. Aunque, como es lógico, dependerá del perfil del inversor. En lo que se refiere al arte -ya se apuntaba en las primeras líneas-, resulta aconsejable comenzar tomándolo como una afición. Se trata de adquirir obras que nos apasionen y con las que deseemos convivir, contando con el asesoramiento adecuado y de confianza mientras ganamos en conocimiento y criterio propio.

La directora de Comunicación de Ansorena agrega que es básico «acudir siempre a lugares dirigidos por profesionales de prestigio, a los que les avale una trayectoria de éxito y que, por supuesto, conozcan el mercado del arte, ya sean salas de subastas, galerías o anticuarios». Además, resulta sencillo, directo y rápido consultar en Internet los catálogos de las diferentes empresas o entidades que operan en este sector.

De forma más concreta, Belén Puente señala algunas piezas que pueden ser recomendables para iniciarse: «La obra gráfica de autores relevantes contemporáneos, como Tàpies, Barceló o Chillida».

Con todo, una de las claves para evitar cometer el error más habitual del inversor neófito es no dejarse llevar por las modas o el boom de un determinado momento, sino optar por artistas consolidados y que logren un cierto consenso en el mercado, así como contar asesoramiento profesional.

Fuente: businessinsider

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