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Autor: XPinyol

Cómo invertir en una porción de obra de arte

El tedioso confinamiento como parte de la pandemia del coronavirus y su posterior resaca ha incrementado el interés de los inversores de a pie por múltiples clases de activos. Al frenético auge de aplicaciones como Robinhood, que permite abrir posiciones en fracciones de acciones sin comisión alguna y a golpe de pulgar, se puede añadir la apetencia por invertir en fragmentos de un Warhol o un Monet que, de otro modo, serían considerados artículos coleccionables y solo aptos para las carteras más afortunadas.

Los inversores siguen siendo increíblemente optimistas sobre el crecimiento a largo plazo de este mercado. Al fin y al cabo, un Banksy o un Rothko pueden considerarse activos reales que se pueden transportar, comercializar y negociar a nivel mundial en cualquier divisa.

Según Artprice, desde comienzos del 2000, las obras de arte blue-chip, como se denomina a los trabajos de los 100 principales artistas en términos de volumen de ventas en los últimos cinco años, han superado al S&P 500 en más de un 180% (con reinversión de dividendos),  con un rendimiento medio anual del 8,9%.

En lo que llevamos de año ya se han batido una veintena de récords mundiales en subastas virtuales y los precios de las obras de arte de gama alta continúan al alza. Las proyecciones estiman que este mercado moverá hasta 2,6 billones de dólares en 2026. En abril, el marchante de arte online Artfinder registró las mayores ventas en sus siete años de historia. 

La plataforma vendió una obra de arte cada 12 minutos, ya que las ventas totales aumentaron un 65%. Incluso las casas de subastas tradicionales Christie’s y Sotheby’s han aumentado sus ventas online para satisfacer la demanda. Hasta no hace mucho, este tipo de activos era prácticamente inalcanzable para un inversor común, salvo exposición a fondos convencionales como Artemundi Global Fund, The Fine Art Fund Group, Anthea Contemporary Art Investment Fund SICAV FIS o Liquid Rarity Exchange.

El mercado para invertir en fracciones de artículos de lujo se ha disparado durante la pandemia de Covid-19

Sin embargo, afloran las plataformas que permiten acceder a una fracción de este tipo de inversiones de lujo, donde la clave reside en generar beneficios cuando los propietarios reales de obras de arte venden el activo tangible. Entre ellas se encuentra Masterworks, que cuenta con trabajos de Hockney, Monet y Picasso y cotiza en dólares reales. Sus acuerdos se sindican a través de documentación presentada ante la Comisión de Mercados y Valores de EEUU (SEC, por sus siglas en inglés).

«Vemos a Masterworks como parte del futuro de las finanzas, ofreciendo a los inversores un fácil acceso a vehículos de inversión únicos con rendimientos no correlacionados», explica Gene Munster, cofundador del fondo Loup Ventures.

El mercado para invertir en fracciones de artículos de lujo ha experimentado un aumento un auge en los últimos tiempos gracias al interés suscitado durante la pandemia, a medida que las personas pasan más tiempo en casa. El interés por este mercado no solo se limita a las obras de arte, sino que también alcanza a otros productos, como por ejemplo los bolsos. 

Más rentables

De acuerdo con Art Market Research (AMR) este tipo de activos superan incluso la rentabilidad de algunas obras de arte, los coches clásicos y whiskies raros en términos de potencial de inversión. Algunos bolsos, como los de Hermès, Chanel y Louis Vuitton, han experimentado un aumento medio en su rentabilidad del 83% en los últimos diez años.

Rally Rd, plataforma similar a Masterworks, comenzó vendiendo acciones de automóviles de lujo hace varios años pero se ha expandido a obras de arte, libros, vino y whisky o bolsos Birkin. Su fundador, Rob Petrozzo, reconoce cómo en los últimos meses se ha incrementado el número de usuarios de esta aplicación. 

Hay que tener en cuenta que estas operaciones no están exentas de riesgo

Dos años desde su fundación, la aplicación cuenta con más de 100.000 usuarios y opera de forma similar a una mini bolsa de valores. Una vez que se pone las miras en un activo, por ejemplo un Aston Martin DB5 del 65, la compañía bien lo compra o llega a un acuerdo con su propietario. Posteriormente informa a la SEC que, tras su aprobación, permite lanzar una oferta inicial de participaciones en dicho activo, es decir, una dinámica similar a un estreno bursátil pero sin necesidad de estar acreditado. El proceso completo hasta que las participaciones en un coche, obra de arte o bolso comienza a transarse suele durar algo más de 90 días. 

No obstante estas operaciones no están exentas de riesgo. Rally Rd, al igual que Robinhood, opera a través de una aplicación móvil, que pueden convertir la inversión en un tipo de juego que puede distorsionar las consecuencias financieras. Además, al igual que con otras inversiones alternativas, los compradores no pueden vender sus participaciones hasta después de que finalice el período de bloqueo, algo que determina la plataforma en cuestión.

Fuente: El Economista

La Feria del Millón, ventana para democratizar el arte

La octava edición de La Feria del Millón, que se realiza por estos día en Bogotá ha ganado un mayor alcance para los amantes del arte, gracias a su plataforma digital.

Entrar a www.feriadelmillon.com permitirá que hasta el 18 de octubre, los interesados tengan la posibilidad de conocer, en forma gratuita, las obras de 71 artistas emergentes de todas las regiones del país.

Diego Garzón, codirector de la Feria, dice que este evento apunta a democratizar el arte.

“Por un lado, sigue siendo la plataforma para visibilizar artistas emergentes; y por el otro lado, brinda la oportunidad para que todos los públicos se animen a comprar arte a precios accesibles”.


Fotografías, dibujos, pinturas, esculturas, obras de todas las técnicas que estarán entre $500.000 y $1,5 millones.

La Feria, que cuenta con empresas patrocinadoras, se organizó en dos tramos para facilitar la navegación a los visitantes. Hasta hoy estarán exhibidos los trabajos de un grupo de 35 artistas y mañana se mostrarán las propuestas de los otros 36.

Para Diego Garzón, esta feria es novedosa en la medida en que es de artistas, lo que implica una diferencia amplia frente a eventos tradicionales de las galerías, ya que el comprador tiene contacto directo con el autor y establecen una comunicación directa hasta recibir la obra. La Feria del Millón es una oportunidad para que el público pueda entablar una comunicación con el artista y su proceso de creación.

Teniendo en cuenta las 7 ediciones anteriores, se ha logrado vender el 80% de lo que se exhibe y en ocasiones ha llegado al 90 y 95%. Esto, a su juicio, demuestra que la gente está interesada en comprar arte y que este evento anual ha sido una ventana para demostrar que comprar arte no es algo inalcanzable que quede para quienes hacen altas inversiones.

Los organizadores de este evento estuvieron el año pasado en Medellín, Cali y Barranquilla, en alianza con Itaú, haciendo unos eventos llamados La noche del Millón, donde 20 artistas presentaban sus trabajos en una sola jornada.

Este público que ya conoce la feria en estas ciudades, ahora pueden aprovechar la plataforma.

“Nosotros venimos trabajando desde hace algún tiempo, aprovechando la virtualidad, para continuar nuestra expansión por Latinoamérica. Nos hemos dado cuenta que estos eventos son necesarios en todos los países”, señala Diego Garzón.

De hecho, en el 2018 se hicieron algunas exploraciones y se detectó una oportunidad en México. Lo mismo se ha visto en Perú y en Argentina. “Seguramente, el primer paso que demos sea desde la virtualidad para tantear esos mercados”, explica.

RECORRIDO DESDE EL BRONX


El espacio escogido para mostrar las obras de la Feria del Millón es el Bronx. Desde 2016 el Distrito recuperó ese espacio y se propuso la tarea de convertirlo en la apuesta más ambiciosa para impulsar las industrias creativas y culturales del país. Son 35 mil metros cuadrados que serán destinados para iniciativas como La Feria del Millón en esta ocasión.

El corazón de todo son dos edificios declarados Bienes de Interés Cultural: la antigua Facultad de Medicina de la Universidad Nacional -hoy un Batallón del ejército- y La Flauta; más la vía que los separa conocida como La Milla. Justo en estos tres espacios reales se realiza el evento. Desde la plataforma también se podrá apreciar un nuevo edificio sobre lo que antes eran 44 predios del antiguo Bronx y La Esquina Redonda, un espacio para honrar la memoria, y el Voto Nacional, la emblemática iglesia construida a comienzos del siglo XX.

La selección de los artistas participantes comienza hacia marzo con una convocatoria. Cualquier persona puede aplicar con un proyecto y la inscripción cuesta $25.000.

Los elegidos no tienen que pagar por la exhibición de sus trabajos y se vinculan en unas condiciones muy favorables. Pero si venden, la feria les cobra una comisión equivalente al 25% de lo comercializado.

“En ese sentido el modelo es muy generoso porque en galerías o en otros modelos de venta, el porcentaje es más alto”.

Este año el comité de selección estuvo conformado por el galerista Luis Fernando Pradilla, director de la Galería El Museo; la artista plástica Ana María Rueda; Ximena Gamma, filósofa, investigadora y curadora; Alain Foucrier, coleccionista; Elena Salazar, Maestra en Artes Visuales; y María Roldán, artista plástica.

Además de La Feria del Millón, quien navegue por el sitio se encontrará con otras muestras. Por ejemplo, estará Voltaje. Allí, estarán 22 artistas nacionales e internacionales con obras que tienen como denominador común la tecnología como su principal soporte.

Igualmente, estará Distrito Naranja, un espacio de Itaú para “visibilizar artistas invisibles”. Es una curaduría de 6 artistas ajenos al circuito del arte y que tienen historias de vida inspiradoras. Hay 30 obras de estos artistas que nunca habían expuesto antes en una feria, galería o museo. También a la venta.

Y se podrá apreciar parte de la Colección FUGA, de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño, rica en arte moderno y contemporáneo desconocida para muchos.

Fuente: Portfolio

¿Es buen negocio invertir en arte?

Mientras muchos de los que antes eran buenos negocios se caen como castillos de naipes, el arte cada vez se valoriza más. Una guía para principiantes (y presupuestos pequeños) de cómo ver dinero donde los demás sólo ven cuadros.

Cuando me invitaron a escribir este artículo pensé en transmitir al lector algunas herramientas básicas que le permitan iniciar su propia colección de arte. Lo hice pensando en una persona sin ninguna experiencia en la materia, y basado en algunas preguntas básicas que yo mismo me haría si estuviera a punto de empezar mi propia colección de arte.
Entrando en materia, ¿cuál es el primer paso antes de comenzar a comprar?
Pienso que hay que tomarse en serio el tema de coleccionar arte, pues es costoso y requiere de tiempo. Además, tan pronto uno empieza no quiere parar. La lectura de revistas especializadas y libros de arte es vital. También hay que visitar museos, exhibiciones privadas, bienales y ferias de arte. Es básico tomar cursos de historia del arte. Cultívese y no se preocupe por sentirse recién sofisticado, puesto que nunca es tarde para comenzar a aprender de arte.

No pretenda que sabe sin saber, pues si hay un medio en el que es complicado cañar es este. Recuerdo que participábamos en una feria hace algunos años y exhibíamos la emblemática obra Los amantes, de Fernando Botero. De pronto pasó por el frente una pareja joven, y el novio, antes de pararse en frente de la obra, leyó fugazmente un catálogo que estaba sobre la mesa. Después le dijo a su novia, con voz de locutor de radio: “Mira ese León Tovar”. Por supuesto, no pudimos controlar la risa y nos tuvimos que salir del pabellón para que no notaran nuestra burla. Así que, por favor, no pretendan posar de eruditos del arte si no lo son, lo mejor es preguntar. Además, ese es el trabajo de las galerías: explicar el tipo de artista, el origen, el concepto y la técnica de las obras.

Tampoco tema entrar a una galería o a un stand de una feria a preguntar los precios de las obras. Eso no lo compromete a comprar. El dealer está para dar respuestas, pero no olvide que él también está para promover a sus artistas. Por eso es bueno que usted tenga claro de antemano lo que está buscando para su colección y así no entrar en confusiones. Por eso el enfoque es algo primordial. No se disperse en cuanto a lo que quiere coleccionar, pues lo ecléctico es costoso y lo puede llevar a ser, en vez de coleccionista, un vendedor de las piezas que compró a la ligera.

Entonces lo primero que hay que hacer es definir lo que realmente le gusta. Por ejemplo, fotografía, escultura, arte conceptual o minimalista. El arte emergente (es decir, de artistas jóvenes y poco conocidos), es quizás el más accesible para un presupuesto modesto. Pero no por ser emergente significa que sea bueno. Primero se debe seleccionar lo mejor de las propuestas contemporáneas, y para eso hay que estar al tanto de los salones de artistas regionales y nacionales, las bienales y exposiciones privadas y públicas. Por ejemplo, asista al evento Arte Cámara, que promueve la Cámara de Comercio de Bogotá cada año durante la feria ArtBo. En fin, involúcrese en el tema, pues entre más sepa, mejor va a comprar. Es así de sencillo.

Otra pregunta frecuente es: ¿cuál artista hay que comprar, o cuál tiene futuro en el mercado? Es obvio que la respuesta no es tan sencilla como se cree. Lo primero que se debe aclarar es que ese tipo de información le representa al dealer una remuneración, pues esa es la base de su trabajo. Recomiendo asesorarse por un profesional con buena reputación y nunca arriesgarse a la compra ‘primípara-intuitiva’, pues la falta de conocimiento e intuición (o buen ojo o buen oído) son la receta perfecta para el fracaso de su inversión. Son pocos los empíricos que han logrado salir victoriosos en este negocio.

Otro aspecto importante de resaltar es el precio de las obras, en especial dentro del mercado primario (venta o representación directa del artista). Por lo general, los precios en este segmento tienen un margen de ganancias en el que se puede negociar un poco. Sin embargo, no olvide que parte de este margen es utilizado por la galería para la promoción de los artistas, como invitaciones a las ferias, publicidad, diseño de los catálogos, eventos de inauguración, transporte de las obras, seguros y un largo etcétera. Estos costos salen del porcentaje de cada venta de una obra. Entonces, como quien dice, pida descuento, pero no exagere, pues si jala mucho el caucho este se puede reventar y la galería perderá interés en usted como coleccionista: sucederá con total seguridad que lo marginen y no lo mantengan al tanto de sus nuevos artistas o simplemente que no cuentan con usted para las inauguraciones. Y en este negocio lo peor que le puede pasar es estar desconectado.

Ante todo hay que hacer las cosas de manera correcta. Hace algunos años le escuché decir a un coleccionista que había obtenido un precio de taller. Por lo general, si el artista es serio y es representado por una buena galería, no tiene la necesidad de vender desde el taller y mucho menos dar descuentos especiales, pues esto deslegitima su propio trabajo y el del galerista. ¿Se imaginan lo que pasaría si una galería ha promocionado a un artista por algún tiempo y ha logrado vender sus obras, digamos a un precio de diez millones de pesos, y un buen día el mismo artista decide vender a otro coleccionista en el taller, por digamos seis millones? Esa jugada pondría en peligro todo el trabajo de la galería y todo el mundo querría las piezas a seis millones, bajando de inmediato el precio de las obras vendidas con anterioridad. Yo opino que nunca se debe comprar al artista a espaldas del galerista, ya que esto trae unas consecuencias que el mercado cobra tarde o temprano.

Coleccionar arte es comenzar un ciclo de vida que algún día se va cerrar. No hay ningún coleccionista que en el fondo no sienta en algún momento la necesidad de vender o donar una pieza de gran valor. He visto muchas colecciones que cierran años después obteniendo dividendos insospechados para sus herederos. Porque en el fondo nadie compra sin pensar en el valor de las obras a futuro. Este es un negocio único, con ventajas culturales sobre cualquier otro. Coleccionar arte cambia la vida de manera positiva, pues el coleccionista verá y será visto con otros ojos.

Fuente: El Tiempo

¿Hay oportunidades de negocio en el mercado online del arte?

El mercado del arte sigue creciendo a través de operaciones online y representa una oportunidad de negocio a tener en cuenta por parte de los profesionales de la mediación, aunque es cierto que es un sector con muchas particularidades que requiere de una cierta especialización. Las ventas en este segmento crecieron un 4% en 2019 y la cifra de negocio fue de 4.338 millones de euros.

El informe Hiscox Online Art Trade Report 2020 califica de “moderado” el aumento registrado el año pasado. Lo cierto, es que en 2018 fue del 9,8% y ya son cuatro los ejercicios en los que en crecimiento se reduce año a año. No obstante, cada ejercicio ha sido mejor que el anterior, y los expertos destacan que el futuro puede ser todavía mejor.

El informe de la aseguradora especializada en el mercado del arte destaca que la pandemia “podría suponer un punto de inflexión para las ventas online. Un 80% de las plataformas de venta de arte en el entorno digital consideran que venderán más durante los próximos 12 meses y el 65%, según el estudio de Hiscox, creen que el impacto de la pandemia en este mercado online será “permanente y transformador”.

Los datos existentes avalan las sensaciones de los operadores. En el primer semestre de 2020 las ventas online de las tres grandes casas de subastas (Christie’s, Sotheby’s y Phillips) crecieron un 436% en comparación con el mismo período del año anterior. El 28,3% de las ventas en subastas fueron a través de plataformas online, mientras que durante la primera mitad del 2019 supusieron un 1,2%.

Uno de los aspectos que destaca el informe de Hiscox es que son los coleccionistas más jóvenes los que más se decantan por realizar sus operaciones en el entorno digital. Por lo que respecta a los productos, las bellas artes con un 32% de las ventas online totales lideran el mercado, mientras que los artículos coleccionables como los sellos y objetos de recuerdo suponen una cuarta parte del valor de las operaciones.

Fuente: elcol-legi.org

Subastan una obra de arte hecha con IA por 432.500$

La pieza provocó una guerra de ofertas entre cinco postores que duró unos siete minutos.

Está firmado por el artista: «min G max D Ex[log(D(x))] + Ez[log(1-D(G(z)))]». Un retrato creado por inteligencia artificial alcanzó el jueves los 432.500 dólares en Christie’s en Nueva York; se trata de la primera vez que una importante casa de subastas ofrece una obra de arte generada por una computadora.

La impresión sobre lienzo, titulada «Edmond de Belamy, de La Famille de Belamy», muestra una imagen borrosa e inacabada de un hombre. Se estimaba que la obra, presentada en un marco de madera dorado, alcanzaría los 7.000 dólares y 10.000 dólares.

(Lea: Las pymes deben adoptar la Inteligencia Artificial para más ganancias

El trabajo fue una creación de Obvious Art, un colectivo con sede en Paris, con la ayuda de un algoritmo conocido como GAN (Generative Adversarial Network). «Alimentamos el sistema con un conjunto de datos de 15.000 retratos pintados entre el siglo XIV y el XX», dijo a Christie’s Hugo Caselles-Dupre, miembro del colectivo.

(Lea: Los cambios de la inteligencia artificial al mundo de los negocios

La pieza provocó una guerra de ofertas entre cinco postores que duró unos siete minutos, y fue un comprador anónimo por teléfono quien ganó, dijo la portavoz de Christie’s, Jennifer Cuminale.

«Es un momento emocionante y nuestra esperanza es que la atención que ha captado esta venta traiga a consideración el increíble trabajo que nuestros antecesores y colegas han estado produciendo», señalo el colectivo en un comunicado. «Agradecemos a Christie’s por abrir este dialogo en la comunidad artística y nos sentimos honrados de haber sido parte de esta conversación global sobre el impacto de esta nueva tecnología en la creación de arte».

Fuente: portafolio

Arte y cultura, otro nicho de negocio para los emprendedores

Emprender en cualquier ámbito no es una tarea fácil. Son muchas las zancadillas que, en numerosas ocasiones, hacen a los emprendedores perder el equilibrio. El IVA cultural es una de ellas. Una asignatura pendiente en nuestro país, si tenemos en cuenta la importancia de este campo.

Tanto es así que en palabras de Santiago Arroyo Serrano, presidente de la Fundación Iberoamericana de las Industrias Culturales y Creativas (Fibicc) y coordinador del programa de apoyo al emprendimiento cultural de jóvenes españoles en el exterior, CultUp, «la cultura es uno de los sectores estratégicos de todos los países europeos, debido a su bagaje histórico, patrimonial y creativo, que la convierte en una herramienta fundamental para muchos proyectos innovadores».

Precisamente esta iniciativa se encarga de fomentar y apoyar el emprendimiento cultural más allá de nuestras fronteras. La idea surgió inicialmente de forma online, pero ya se ha materializado en un proyecto tangible que, a través de, entre otros recursos, sesiones de networking con empresas e instituciones locales ayuda a los emprendedores a crear su empresa o mejorarla.

Para eso, su coordinador asegura que cuentan con «las organizaciones más importantes de apoyo a la creación de empresas en cada país». De esta forma, el programa pretende que «los jóvenes españoles puedan desarrollar su talento acorde con sus recursos y habilidades, y fomentar su talento en otros países, ya sea en Asia, Europa o América, pero siempre con la perspectiva del retorno a España», asegura Arroyo, quien añade que «el movimiento cultural y la fuerza de las audiencias es mucho más intenso en Iberoamérica, aunque hay países como Alemania, Reino Unido o Bélgica que tienen un entorno muy favorable». Se enfocan a los jóvenes porque «son ellos quienes habitualmente tienen más dificultades para incorporarse a un mercado laboral acorde con sus titulaciones».

Potencial tecnológico

Las nuevas tecnologías también han llegado a este sector para dinamizarlo. Así, lo está demostrando Coté Soler, fundador y consejero delegado de Entradasymás, una plataforma web de venta de entradas. «Siempre me pareció que el sector cultural estaba en pañales tecnológicamente y que tenía un potencial brutal. Teníamos demasiada dependencia en dos puntos claves: comunicación y venta», asegura.

De esta forma surgió este proyecto que, a diferencia de otras webs de venta de entradas, carece de comisiones e intermediarios. «Las webs de entradas viven de cobrar una comisión al teatro y otra al espectador. Nosotros hemos eliminado ese concepto, ya que nos conectamos directamente al sistema de ventas del teatro», defiende su fundador. Pero obtener un producto al mejor precio no es lo único que está pidiendo el cliente hoy en día. Por eso, esta empresa introdujo el concepto de ymás, por el que ofrecen a sus espectadores acceder a rodajes, ensayos, estrenos o prestrenos.

Para ello, la compañía cuenta con la participación de más de 70 actores, productores o directores. «Su apoyo es fundamental, porque este grupo unido tiene una capacidad de alcance de 5 millones», reconoce Soler, quién añade que hasta la fecha han hecho ymás con actores como Paco León, Matthew Fox, Antonio de la Torre, Antonio Resines o Dani Mateo e instituciones como el Museo Thyssen.

Internacionalización

Otro ejemplo de cómo emprender en el ámbito cultural es la pyme Tuprotagonista, que ofrece novelas personalizadas y que, tienen pensado desembarcar en Latinoamérica. De esta forma, en palabras de Arroyo: «Raro es el proyecto cultural que no puede internacionalizarse en todos los sentidos».

Además, este sector se ha convertido en un ámbito cada vez más transversal. Así, en palabras de Arroyo «los tiempos evolucionan muy rápido y las instituciones públicas que han capitalizado el mundo de la cultura han de entender los cambios del presente.» De esta forma, Arroyo defiende que, a pesar de las dificultades que envuelven a este sector, éste «tiene mucho futuro, siempre que los emprendedores cuenten con el talento y el entusiasmo necesario.» Así, este campo, tan ligado a nuestro sistema de valores y a nuestra forma de vida, es un nicho de mercado suficientemente potente para dar cabida a un amplio abanico de negocios, que convierten a este arte en un recurso estratégico para el país, gracias «a la posición de España y al incremento de visitantes», tal y como ha reconocido Arroyo.

Fuente: eleconomista

La joven de la perla ilusoria

El Mauritshuis presenta los frutos de un examen científico de la obra

El Mauritshuis de La Haya dio a conocer ayer los frutos del examen científico llevado a cabo en el centro a la obra más emblemática de Vermeer: Joven de la perla (hacia 1665). Esta investigación interdisciplinar, desarrollada por un equipo internacional de expertos, se ha acercado más que nunca a los entresijos técnicos de la pintura y, aunque no ha desvelado el gran misterio de la identidad de la modelo (muchos pensarán que es mejor así), sí ha arrojado un buen número de hallazgos.

El proyecto se bautizó como The Girl in the Spotlight, se ha servido de técnicas de imagen y escaneo no invasivas, microscopía digital y análisis de muestras y su punto de partida estaba claro: el objetivo era despejar dudas sobre cómo pintó Vermeer esta obra de arte icónica y qué materiales utilizó.

Uno de los “descubrimientos” más importantes tiene que ver con el fondo tras la Joven: no se trata de un espacio oscuro y vacío, sino de una cortina verde. Los estudios visualizan líneas diagonales y variaciones de color que sugieren la presencia de una tela plegada en la esquina superior derecha de la obra, una cortina que habría desaparecido, en el paso de los siglos, a consecuencia de los cambios físicos y químicos en el pigmento verde, casi translúcido.

Fijémonos ahora en los ojos de la Joven. A simple vista, parecen no tener pestañas, pero los rayos X y el examen microscópico han revelado que Vermeer pintó pequeños pelillos alrededor de los párpados, rasgo que individualizaría más a la muchacha.

The Girl in the Spotlight también ha permitido saber más del sutil uso de los pinceles por parte del artista de Delft y de su manejo del color. Vermeer comenzó a componer esta obra en varias tonalidades de negro y marrón y los imágenes infrarrojas han detectado vigorosas pinceladas en las capas subyacentes. Realizó los contornos de la Joven con finas líneas negras y llevó a cabo cambios en la composición mientras pintaba: la posición de la oreja, de la parte superior del pañuelo sobre su cabeza y de la zona posterior del cuello se desplazaron. El artista se aplicó detenidamente en el fondo antes de alcanzar el primer plano, ocupándose primero del fondo verdoso y de la piel del rostro de la mujer y después de trabajar en su chaqueta amarilla, el cuello blanco, el pañuelo sobre su cabeza y, cómo no, en la perla.

El pendiente, por cierto, es en el fondo una ilusión: percibimos esa perla de la mano de toques translúcidos y opacos de pintura blanca, y nos falta el gancho con el que colgaría del lóbulo. La firma la dispuso el pintor en la esquina superior izquierda, donde puede leerse IVMeer, y en varias zonas del lienzo se han encontrado finas cerdas que los pinceles perdieron.

En cuanto al cromatismo, esta investigación ha identificado y mapeado con precisión, por primera vez, la paleta empleada por Vermeer en su obra más célebre. Se sirvió de rojo (el bermellón y otro obtenido a partir de cochinilla), de varios tonos de amarillo y marrón (tomados de pigmentos de tierra o de plomo-estaño amarillo), de azul (ultramarino e índigo), negro (carbón y hueso negro) y blanco: seleccionó cuidadosamente dos pigmentos blanquecinos de plomo con distintas propiedades ópticas para lograr la delicada transparencia y la transición perfecta de la luz a la sombra que apreciamos en el rostro.

Las materias primas empleadas en la elaboración de esos colores procedía, hoy lo sabemos, de todo el mundo: de México y América Central, Inglaterra y seguramente Asia y las Antillas. Ha sorprendido a los expertos el uso no menor de azul ultramarino de alta calidad tanto en el pañuelo como en la chaqueta, porque este tono se lograba a partir de lapislázuli llegado de Afganistán y su preparación era lenta y laboriosa. En el siglo XVII, ese pigmento era incluso más apreciado que el oro.

Los investigadores que se han sumado a The Girl in the Spotlight han llegado a la conclusión de que esta piedra semipreciosa podría haberse calentado a una temperatura alta para ser más fácilmente molida después y generar, a su vez, un azul más intenso.

El examen técnico a La joven de la perla se llevó a cabo en los meses de febrero y marzo de 2018 y, durante dos semanas, el público que se acercó al Mauritshuis pudo contemplar sus avances en directo (vidrio mediante). La iniciativa ha otorgado a los conservadores, además, información detallada sobre el estado actual de la pieza, de modo que cualquier cambio futuro en su superficie pueda ser fácilmente monitorizado a partir de ahora.

Fuente: masdearte

Pedagogía online, la apuesta de la Fundació Suñol para llevar el arte a casa

Propone contenidos vinculados a su historia o a los nexos entre arte y educación

La Fundació Suñol barcelonesa se suma a los centros que en estas semanas potencian sus portales para proponernos una extensa oferta artística online. Ha incorporado a su web nuevos apartados que buscan ser herramienta de conocimiento: en su sección de Actividades, visibiliza una serie de contenidos relativos a la historia de esta institución, como un vídeo de la que fue residencia de Josep Suñol Soler, Les Escales, concebida por el arquitecto Josep Lluís Sert como casa-museo, y también diferentes recorridos virtuales a exposiciones pasadas del centro, entre ellas las dedicadas a Luis Frangella (2011), a la escultura/objeto (2012) o a dieciocho autores fundamentales de la contemporaneidad representados en los fondos de la Fundació:  Andy Warhol, Antonio Saura, Manuel Millares, Darío Villalba, Miquel Barceló, Nino Longobardi, José Manuel Broto, Christo, Jean Arp, Lucio Fontana, Susana Solano, Claudio Bravo, Antoni Tàpies, Man Ray, José Mª Sicilia, Luis Lugán, Zush y Alberto García-Alix.

Además, y en colaboración con la Fundación Gloria Soler, este centro continúa trabajando en la puesta en marcha de iniciativas que vinculen creación y formación. La más reciente es #ArtacasaSuñolSoler, proyecto educativo que, partiendo de diversas obras de los fondos de la colección Suñol, se destina al público familiar y toma forma de cápsulas. Todas pueden consultarse aquí y nos animan a repensar qué ocurre cuando descontextualizamos objetos cotidianos, el modo en que el arte puede generar sentimientos y emociones y, a su vez, se nutre de ellas; las posibles relaciones entre la prótesis y el objeto artístico o la posibilidad de representar el movimiento.

Por otro lado, en el apartado Colección de su web, la Fundació nos permite rastrear online buena parte de sus fondos. Hay que recordar que el de Josep Suñol es uno de los acervos de arte contemporáneo más extensos de nuestro país. Lo componen trabajos de 250 artistas fechados entre 1915 y 2016 y su gestación primera tuvo mucho que ver con la amistad entre aquel mecenas y el galerista Fernando Vijande.

Los hashtags con los que podemos sumarnos a su actividad en redes durante el confinamiento son #ArtacasaSuñolSoler y #FSOnline.

Fuente: masdearte